Colaboración especial de Luis Rudy Xalín.
Escudriñando un poco más sobre el tema de la crisis económica que se vive en muchos países del mundo, encontré el alarmante dato que en nuestra patria, Guatemala, hasta marzo del 2009 más de 11,000 personas quedaron desempleadas. Y en esta nación (Estados Unidos), desde el mes de diciembre del 2007 hasta abril del año 2009 se quedaron sin “chamba” más de 5 millones de personas. Esto quiere decir que bajaron las remesas de dinero, y por lo tanto, las familias que han sido afectadas por el problema se verán en apuros.
Los despidos se deben a que han bajado las exportaciones e importaciones, pues los productos extranjeros no tienen mucha demanda. Sin “plata” no hay comercio. Nadie compra, ni vende. Las tiendas o pulperías (como se les nombraba antiguamente) no se ven muy afectadas porque venden productos de la canasta básica, artículos de primera necesidad, que se tienen que comprar aunque sea un poco menos, cada día. No digamos la farmacia, aunque también bajan considerablemente las ventas. Sin lugar a dudas mucha gente se ve en aprietos por la crisis. La mayoría de negocios buscan vender más usando las rebajas y cualquier oferta que se les ocurra.
En idioma griego “crisis” significa “inseguridad”. Y eso es lo que actualmente se está viviendo. Muchas personas que estaban trabajando en Norte América, se tuvieron que regresar a sus países de origen al no soportar más estar sin un empleo que les diera el soporte económico para poder vivir y movilizarse. Por lo tanto, según los datos de Migración, bajaron la cantidad de inmigrantes. Y para los que nos encontramos todavía de este lado, la vimos negra, color de hormiga, blanco y negro, bueno del matiz que se ponía. Entre los meses de septiembre del 2009 y enero de este año. Sentí pasos de elefante o de dinosaurio porque se escaseó el trabajo que desempeñamos, empezaron a despedir compañeros, nos bajaron el salario. Pero gracias a Dios, a mí no me faltó el “jale”.
Según datos de la boleta de la remesa del 18 de octubre del año pasado, el tipo de cambio estaba, o me lo pagaron, a un dólar por 8.30 quetzales. Este fue el pago más alto que logré por cada uno de los “dolorosos”. Quiero consignar que el tipo de cambio varía según la empresa que se utilice para hacer los envíos y los bancos que sirven como pagadores. Y ya para este segundo mes que va del año el valor del dólar disminuyó unos 10 centavos respecto a la moneda nacional. ¿No más eso? Por cada 1000 billetes gringos, ya no se perciben 100 quetzalitos. Es un balance, el dólar vale más en nuestro país cuando es escaso. El tipo de cambio sigue bajando con el pasar de los días…
Sin embargo, no estamos jodidos, porque si no tenemos trabajo lo buscamos. Tenemos salud y vida. Y la esperanza de un mañana mejor. Buscamos la manera de ganar para los frijoles hasta en el comercio informal, pero eso sí, honradamente basado en la doctrina paternal. En la costa sur está en pleno apogeo el corte de caña que da trabajo a miles de personas en diferentes labores, por lo tanto, hay estabilidad económica por varios meses.
Los gobiernos están trabajando para resolver lo más pronto esta situación que nos pone en aprietos, con nuevas reformas económicas. Y como dice el refrán, no hay mal que dure cien años ni enfermo que los soporte. No perdamos la fe que se va normalizar la situación para el bien de todos. La fortaleza es la mejor arma contra cualquier situación que nos agobia. Pareciera que no hay crisis porque en los supermercados, mercados, y por donde usted quiera ver, la gente regatea y compra, cada quien lo que necesita. Se avecinan tiempos mejores. Seamos optimistas. El pesimismo sólo nos llevará a la derrota… hasta el siguiente mes.
