PERDONEN LA MOLESTIA

(Esta es la parte final del artículo de Eduardo Galeano cuya primera parte incluí en mi anterior entrega. Atentamente: Carlos Barranco R.)

"... Esa tecnología se alimenta del miedo. Es el miedo quien fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial. Y en tren de implantar la pena de muerte, ¿qué tal si condenamos a muerte al miedo? ¿No sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánicos nos condenan a la soledad, nos prohíben la solidaridad: sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, éste te robará, aquél te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina.

En el mundo al revés, dan miedo hasta los más elementales actos de justicia y sentido común. Cuando el presidente Evo Morales inició la refundación de Bolivia, para que este país de mayoría indígena dejara de tener vergüenza de mirarse al espejo, provocó pánico. Este desafío era catastrófico desde el punto de vista del orden racista tradicional, que decía ser el único orden posible: Evo era, traía el caos y la violencia, y por su culpa la unidad nacional iba a estallar, rota en pedazos.

Y cuando el presidente ecuatoriano Correa anunció que se negaba a pagar las deudas no legítimas, la noticia produjo terror en el mundo financiero y el Ecuador fue amenazado con terribles castigos, por estar dando tan mal ejemplo. Si las dictaduras militares y los políticos ladrones han sido siempre mimados por la banca internacional, ¿no nos hemos acostumbrado ya a aceptar como fatalidad del destino que el pueblo pague el garrote que lo golpea y la codicia que lo saquea?

Pero, ¿será que han sido divorciados para siempre jamás el sentido común y la justicia? ¿No nacieron para caminar juntos, bien pegaditos, el sentido común y la justicia? ¿No es de sentido común, y también de justicia, ese lema de las feministas que dicen que si nosotros, los machos, quedáramos embarazados, el aborto sería libre? ¿Por qué no se legaliza el derecho al aborto? ¿Será porque entonces dejaría de ser el privilegio de las mujeres que pueden pagarlo y de los médicos que pueden cobrarlo? Lo mismo ocurre con otro escandaloso caso de negación de la justicia y el sentido común: ¿por qué no se legaliza la droga? ¿Acaso no es, como el aborto, un tema de salud pública?

Y el país que más drogadictos contiene, ¿qué autoridad moral tiene para condenar a quienes abastecen su demanda? ¿Y por qué los grandes medios de comunicación, tan consagrados a la guerra contra el flagelo de la droga, jamás dicen que proviene de Afganistán casi toda la heroína que se consume en el mundo? ¿Quién manda en Afganistán? ¿No es ese un país militarmente ocupado por el mesiánico país que se atribuye la misión de salvarnos a todos? ¿Por qué no se legalizan las drogas de una buena vez? ¿No será porque brindan el mejor pretexto para las invasiones militares, además de brindar las más jugosas ganancias a los grandes bancos que en las noches trabajan como lavanderías?

Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos. Una de las consecuencias de la crisis mundial es la caída de la próspera industria del automóvil. Si tuviéramos algún resto de sentido común, y alguito de sentido de la justicia ¿no tendríamos que celebrar esa buena noticia? ¿O acaso la disminución de los automóviles no es una buena noticia, desde el punto de vista de la naturaleza, que estará un poquito menos envenenada, y de los peatones, que morirán un poquito menos?

Según Lewis Carroll, la Reina explicó a Alicia cómo funciona la justicia en el país de las maravillas: –Ahí lo tienes –dijo la Reina–. Está encerrado en la cárcel, cumpliendo su condena; pero el juicio no empezará hasta el próximo miércoles. Y por supuesto, el crimen será cometido al final.

En El Salvador, el arzobispo Oscar Arnulfo Romero comprobó que la justicia, como la serpiente, sólo muerde a los descalzos. El murió a balazos, por denunciar que en su país los descalzos nacían de antemano condenados, por delito de nacimiento. El resultado de las recientes elecciones en El Salvador, ¿no es de alguna manera un homenaje? ¿Un homenaje al arzobispo Romero y a los miles que como él murieron luchando por una justicia justa en el reino de la injusticia? A veces terminan mal las historias de la Historia; pero ella, la Historia, no termina. Cuando dice adiós, dice hasta luego".

PERDONEN LA MOLESTIA...

(Sin permiso del autor, Eduardo Galeano, me permito transcribir la primera parte de este ensayo que no necesita mas preámbulos. Carlos Barranco R.)

"Quiero compartir algunas preguntas, moscas que me zumban en la cabeza. ¿Es justa la justicia? ¿Está parada sobre sus pies la justicia del mundo al revés? El zapatista de Irak, el que arrojó los zapatazos contra Bush, fue condenado a tres años de cárcel. ¿No merecía, más bien, una condecoración? ¿Quién es el terrorista? ¿El zapatista o el zapateado? ¿No es culpable de terrorismo el serial killer que mintiendo inventó la guerra de Irak, asesinó a un gentío y legalizó la tortura y mandó aplicarla? ¿Son culpables los pobladores de Atenco, en México, o los indígenas mapuches de Chile, o los kekchíes de Guatemala, o los campesinos sin tierra de Brasil, acusados todos de terrorismo por defender su derecho a la tierra? Si sagrada es la tierra, aunque la ley no lo diga, ¿no son sagrados, también, quienes la defienden?

Según la revista Foreign Policy, Somalia es el lugar más peligroso de todos. Pero, ¿quiénes son los piratas? ¿Los muertos de hambre que asaltan barcos o los especuladores de Wall Street, que llevan años asaltando el mundo y ahora reciben multimillonarias recompensas por sus afanes? ¿Por qué el mundo premia a quienes lo desvalijan? ¿Por qué la justicia es ciega de un solo ojo? Wal Mart, la empresa más poderosa de todas, prohíbe los sindicatos. McDonald’s, también. ¿Por qué estas empresas violan, con delincuente impunidad, la ley internacional? ¿Será porque en el mundo de nuestro tiempo el trabajo vale menos que la basura y menos todavía valen los derechos de los trabajadores? ¿Quiénes son los justos y quiénes los injustos? Si la justicia internacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos? No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será porque son ellos quienes tienen las llaves de las cárceles? ¿Por qué son intocables las cinco potencias que tienen derecho de veto en las Naciones Unidas? ¿Ese derecho tiene origen divino? ¿Velan por la paz los que hacen el negocio de la guerra? ¿Es justo que la paz mundial esté a cargo de las cinco potencias que son las principales productoras de armas? Sin despreciar a los narcotraficantes, ¿no es éste también un caso de “crimen organizado”?

Pero no demandan castigo contra los amos del mundo los clamores de quienes exigen, en todas partes, la pena de muerte. Faltaba más. Los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles. Y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, ¿por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? ¿Es justo un mundo que cada minuto destina tres millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren quince niños por hambre o enfermedad curable? ¿Contra quién se arma, hasta los dientes, la llamada comunidad internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres? ¿Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo, que cotidianamente atentan contra la seguridad pública? ¿O acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados, o mal pagados, repitiéndoles noche y día que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca, tener, tener, y quien no tiene, no es?

¿Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. ¿O no fabrica muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros recursos y buena parte de nuestras energías? Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuando la ejercen otros. Y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres, y también insoportable para los terrestres que todavía queremos, contra toda evidencia, sobrevivir: los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando, de paso, al planeta y a todos sus habitantes.

A VUELO DE PAJARO.(Publicado en "Cotzumalguapa" de Mayo)

(Carlos Barranco R.)

Mire usted: a estas horas ya debiéramos estar escribiendo una crónica donde diéramos cuenta de que la criminalidad en el país ha pasado a mejor vida. Que ya las muertes de pilotos de autobuses han pasado a la historia. ¿Por qué? porque hace ya varios días que el trabajo investigativo de nuestro salvador, cuando menos de nombre, Salvador Gándara, dio los frutos positivos que llevaron a la detención del Smiley, el marero que según dijo en su oportunidad nuestro flamante ministro del interior, era el responsable del clima de violencia que estábamos viviendo en aquellos aciagos días los guatemaltecos. Pero la terca realidad nos salió con una diferente versión. Resulta que el tatuadísimo y famoso pelón se encuentra detenido (hasta el momento de escribir este articulejo, todavía no ha aparecido por allí ningún juez, que así como xitumula liberó al mafioso de portillo, deje libre al Smiley vía una módica fianza o por falta de méritos) y sin embargo la violencia sigue vigente. Ergo: le falló su equipo de inteligencia al devaluado superman ex alcalde de Villanueva y según él, futuro candidato a vice presidente de esta cara parens…

Por otra parte ya ve usted que los políticos se siguen saliendo del guacal. Algunos de ellos ya empezaron a hacer movimientos tácticos y estratégicos en sus particulares tableros de ajedrez buscando la manera de que al momento de los meros cocotazos, sus alfiles, sus peones, sus torres, (sin mencionar esta palabra con una segunda intención) sus caballos (sin señalar a algún correligionario de parecer equino) sus reinas y sus reyes vayan encontrando el mejor acomodo, aunque para eso se hayan pasado por el arco del triunfo las recomendaciones que a voz en cuello les hacen desde el TSE. Este artrítico tribunal ya hubiera implementado alguna manera de enseñarle una tarjeta amarilla (y ojalá que hasta roja) a aquellos que se quieren pasar de vivos y se adelantan a los tiempos establecidos en el reglamento de competencia. Claro que como estos son mas matreros que el buey que entró de reversa a la milpa o que el chucho viejo que ladra echado, hacen sus ilegalidades en los límites de la sanción: publican artículos, contratan anuncios espectaculares y envían mensajes subliminales a la población que sin darse cuenta, principia a familiarizarse con figuras, "eslogans" y palabras, que a la vuelta de unos cuantos meses serán como el pan nuestro…

Y sabe qué? ha sido enorme la gresca e inconformidad que se ha armado en el sector popular guatemalteco, por la genialidad que se les ocurrió a las autoridades, para según ellos, acabar con la criminalidad que a toda la población tiene en estado de postración, prohibiendo que dos o mas personas viajen en motocicletas y algunas otras ideotas que no se cree que funcionarán positivamente, simplemente porque no soportan un análisis sereno y desapasionado . Veamos: ese vehículo (utilizado por los delincuentes para sus fechorías) sirve como transporte familiar a quienes no tienen la capacidad de comprarse un charnel, aunque sea viejito. Portar -a chaleco- un chaleco y un casco con el número de la placa del vehículo, permitirá a los antisociales colocarle a esas prendas, los números de matrícula de otra moto y luego de hacer sus fechorías, deshacerse de ellas, con lo cual la policía se irá contra el inocente dueño de aquella identificación apócrifa…

Las motos no matan, son las balas las que lo hacen. Y se pueden comprar, según la nueva ley de armas, 700 balas mensuales… como para matar a setecientos cristianos, no? Señores que mandan en este país: Hay que aplicar otra clase de inteligencia para acabar con esa forma de actuar de los asesinos motorizados. Pero tomen en cuanta que para proteger a la población -especialmente a los niños- se debiera dejar vigente la prohibición de que mas de dos personas viajen en una misma moto. Y que ambas deben llevar su respectivo casco de protección. Creo que eso todo mundo lo apoyaría. Hasta los mismos señores motoristas. Y en eso si deben ser inflexibles. Como lo son las autoridades de otros países, que tal vez por eso los vemos como mas civilizados. Porque tienen leyes y las hacen cumplir.

Y como ya se nos terminó el espacio, ya no podemos echar nuestro cuarto a espadas en relación a don Obama y las nuevas políticas que ha empezado a implementar en el imperio. Sólo apuntaremos que acaba de cumplir sus primeros cien días de gobierno y su popularidad se ha incrementado de 66 a 69 % en su país y eso ya es sintomático. Pero es que además de su carisma, de su visión diferente y de su capacidad, tiene a su favor el paupérrimo desempeño que tuvo durante ocho años el vaquero inculto que lo antecedió en la Casa Blanca. Y eso es bueno para nosotros, porque ya es bien sabido que cuando a los gringos les da catarro a los del patio trasero nos pega la influenza porcina, y si a ellos les va bien, algo de eso nos salpicará…

TOMAMOS VACACIONES...

Desde el día 30 de marzo estuvimos fuera de circulación (en lo que corresponde a nuestra comunicación a través de este medio) por varias razones. La más ponderada de ellas fue que nuestro equipo de trabajo (la compu, pues...) se nos puso en huelga. O sea: simplemente se nos arruinó. Y por esa razón estuvimos sin oportunidad de aporrear teclas durante un poco mas de diez días. Ahhh, porque ¿sabe qué? desde que nos metimos al mundo de la computadora renunciamos a nuestra siempre bien recordada maquinita de escribir...
Cuando ya tuvimos de nuevo, forma de ponernos al día, tuvimos que principiar por otros temas y dejamos para "despuecito" lo relacionado con este blog.

Por fin despues de este período de holganza, hoy volvemos a saludar a nuestros tres o cuatro lectores y les ofrecemos que trataremos de manener vigente el hilo de nuestras cibernéticas conversaciones.

Para hablar de algo de lo que está pasando en nuestro pueblo (y esto va especialmente para los que viven fuera de nuestras fronteras, les debo contar que aquí en Cotzumalguapa, los compas motoristas están inconformes (igual que el resto de chapines) por la determinación del gobierno central, respecto que solo una persona podrá viajar en cada moto. (bueno: en realidad, ahora hace un par de días, parece que han dado marcha atrás y la medida se quedará vigente nomás para los habitantes de la capirucha y eso pues ya viene a tranquilizar un poco a la paisanada...)

Por otra parte: En el pueblo no ha habido hasta el momento ningun caso de contagiados por el virus AH1 N1 (ya parece nombre de película de ciencia ficción) aunque nuestras autoridades municipales, para prevenir probables problemas al respecto, se han dado a la tarea, por todos los medios a su alcance, de concientizar a la población respecto de las medidas que aconsejan las autoridades de salud para evitar contagios.

Aunque en el pueblo todavía no pasamos de que, por la inminente llegada del invierno y con ello de las normales empapadas vespertinas, habemos unos cuantos lucianos catarrosos, resfriados, griposos, "moquientos" pues, creemos que el virus de la influenza humana no nos ha llegado -por suerte- ni nos va a llegar con toda su cochina virulencia. Y ahi la seguiremos llevando poco a poquito.

Aprovechamos la oportunidad para enviar un saludo muy cordial y respetuoso a todas las madres que en cualquier parte del mundo lean estas crónicas. tomando en cuenta que el próximo domingo será el 10 de mayo y en muchos lugares se celebra en tal fecha el Día de la Madre.

Hasta nuestra próxima entrega que, esperamos sea la confirmación de que volveremos a nuestra normalidad. Dios nos lo permita