(Publicado en la Revista Cotzumalguapa de enero 2010)
Oscar Bran Lorca
(colaborador ocasional)
Aún en nuestra macondiana realidad, fue una verdadera sacudida la que el doctor Carlos Castresana nos endilgó con los resultados de su investigación científica del asesinato del licenciado Rosemberg.
Nadie se esperaba esa salida de que alguien maquinara su propia eliminación física por medio de unos sicarios. Como que todos esperábamos otra clase de desenlace.
Y aunque todos los indicios apuntan hacia esa culminación, a todos se nos hace muy cuesta arriba imaginar a alguien sin mayores problemas de salud, de economía, de prestigio, urdiendo su propia muerte. La opinión pública nacional ha deglutido con dificultad esa hostia en forma de rueda de molino. Pero no nos ha quedado de otra.
Y ahora todos estamos pendientes de la hipotética resolución del asesinato de los señores Musa (padre e hija) que según el video que grabara el asesinado abogado (sin pruebas, por cierto) fue fraguado o por lo menos permitido, en las altas esferas de poder.
Ojalá no nos vaya a salir Castresana con otro libreto digno de Agatha Christie o de Alfred Hitchkoc y que al final sea ella la que mandó matar a su papá y que los asesinos se confundieron y se los echaron a los dos… en fin…
Y hace pocos días -permítame hacer una breve digresión- hubo un reventón familiar muy alegre y concurrido en el ranchón municipal que se ubica en el Hipódromo Ricardo Muñoz.
Resulta que el Director Administrativo de esta especie de revista, el poeta y periodista Carlos Barranco Rodríguez, quiso celebrar al mismo tiempo su cumpleaños (que ocurre puntualmente cada 3 de enero) y el decimo aniversario de que el Gran Arquitecto del Universo le concedió varios años mas de tiempo extra. (Ya van diez calendarios desde que un cáncer lo dejó sin posibilidad de hablar, pero con sus demás funciones vitales, intactas) Y para el caso, invitó a sus familiares y amigos mas cercanos a “compartir el pan y la sal” como decían las cartulinas, y el asunto se extendió un par de horas mas de lo previsto con espirituosas y frías bebidas. Felicidades.
Y ¿ya vio usted la jodienda de muy padre y señor mío que le pegó a nuestros amigos los morenos haitianos el famoso terremoto del martes 12 de enero?
Los que vivimos en vivo y a todo color el terremoto del 76 en nuestra patria, tenemos todavía marcada en la memoria la aflicción de los que sufrieron en carne propia la mayor devastación. Pero nuestra situación con todo lo catastrófica que fue, al compararla con la tremenda situación actual de los isleños, tenemos que asumir que fue algo mas llevadero. Aquí, según los datos oficiales se tuvo qué lamentar la muerte de mas o menos 30 mIl compatriotas. Pero allá hasta el momento, apenas unos días después del suceso, se han contabilizado mas del triple de esa cantidad. Y aun falta por terminar los cómputos oficiales, porque hay miles de desaparecidos… y esos al final de cuentas, aunque oficialmente no estén muertos, sino desaparecidos, es indudable que murieron. Nadie desaparece solo porque sí.
El pueblo mas pobre de América como señalado por un hado terrorífico y cruel, ha sido golpeado de la manera mas inmisericorde por las fuerzas de la naturaleza. Y todo el apoyo humanitario que el mundo entero pueda enviarles, apenas será siempre un lenitivo que no podrá resolver las enormes carencias que una devastación de esa magnitud deja tras de si.
Y por lo que estamos de plácemes los que de verdad amamos a nuestra patria, es por que parece que al fin le van a medir las costillas al famoso pollo ronco. La justicia en USA no es trapo de cocina como en nuestro país. Y allá si se la van a aplicar con rigor.
Y según todo parece indicar (cuando menos en los primeros momentos) es que el famoso zacapaneco volverá a las andadas de esconderse de la justicia. Pero nosotros confiamos que los gringos harán valer su estricto cumplimiento de la ley. Y que primero lo van a agarrar, no sabemos si como al Tigre de Santa Julia, pero de que lo agarran lo agarran, y luego, como allá no hay juececillos como el mal recordado Xitumula, lo van a “rejundir” donde le corresponde.
Recordemos que si los gringos no se tentaron el alma para invadir Panamá con tal de llevarse preso a Tono Noriega, que había sido un peón obediente a las ordenes de Washington, no vemos por qué no puedan hacer uso de otras prácticas menos reñidas con la paz y el respeto entre pueblos soberanos, pero que nos hagan el gran favor de agarrar a esa alimaña que tuvimos por presidente y que nos enseñen cómo se debe tratar a los malandrines que se aprovechan del puesto para satisfacer sus propias ambiciones. Amén.
(Nota de último minuto: acaban de “agarrar” al pollo ronco, en las paradisíacas playas de Punta de Palma, en Izabal, desde donde pretendía escabullirse hacia Belice… lo bueno es que ya está en vías de convertirse de ex presidente en "es presidiario")
