MI ENSALADA MENSUAL DE DICIEMBRE

Carlos Barranco R.

No les queremos adelantar el resultado de la final del campeonato futbolero nacional aunque ya nuestro brujo de cabecera nos dio el mas seguro resultado. (ganarán los rojos) Por el momento sólo nos atrevemos a recordarles que nuestra triste realidad en ese sentido sigue estando apegada a los dos mas tradicionales equipos, para, como siempre, hacerse de un lugar en la final de la competencia. Y que aunque es muy bueno que los equipos departamentales le metan ganas al asunto, casi siempre serán comparsas del poder de aquellos que les conté.

Y si principiamos esta columnejilla hablando del deporte de las patadas, donde a nivel internacional siempre nos va de la idem, ha sido porque no queríamos empezar retorciéndonos el hígado con nuestros impertinentes acostumbrados comentarios sobre cuestiones políticas. Ya ve usted que en esta cara parens, por donde sea que veamos las cosas suelen tener color de hormiga.

Ahora tenemos al señor Colom queriendo meternos goles en fuera de lugar, cuando afirma que las telefónicas van a absorber la subida de costos que implicaría zamparle quince len mas de valor al minuto de comunicación por celular. Cinco pinches lenes que le suban al valor de la medida de cualquier insumo, (digamos, un quintal de equis producto) nunca los absorbe el productor. Sencillamente al día siguiente le sube cinco len a cada unidad que produjo con ese quintal.

Me explico: si por ejemplo un quintal de harina sube diez quetzales, al día siguiente, el panificador le va a subir a cada panito producido, digamos cinco centavos. Un aumento tal vez muy pequeño, casi imperceptible. Pero con un quintal de harina puede hacer tres mil panes. Y si a cada uno le subió cinco centavos, al quintal que pagó con diez quetzales de sobre precio, él le saca ciento cincuenta quetzales de ganancia extra. (Puse el ejemplo del pan, porque yo mismo trabajé en esa industria y sé como es que se cuecen esas habas).

Así que si pasa esa movida de Colom y sus consejeros, a todos los que usamos ese adminículo, nos van a meter algo por el respectivo consonante…

Y haciendo un rápido repaso de lo que pasó en las elecciones hondureñas, habrá que reconocer que fue la culminación de una debacle anunciada para las aspiraciones de Mel Zelaya. Dicho sea con la disculpa de los muy apreciables compañeros de la izquierda (radical y moderada), nosotros siempre fuimos de la idea de que el sombrerudo líder no debía ser reinstalado en el sitial de donde fue defenestrado, no porque nos caigan bien los cachuchudos o los golpes de estado, sino porque no nos gustan los "redentores" demagogos y mesiánicos, sean del lado que sean. Ya con la masiva participación cívica del pueblo hondureño en las pasadas elecciones, pocos y muy pobres argumentos les quedan a su defensores, entre los que se cuentan algunos de mis mas admirados amigos escritores. Ni modo, cada quien tiene su forma de matar pulgas…

Y otra elección que ya se realizó, pero en nuestro pueblo, fue la de la bella señorita que actualmente se conoce como Nuestra Belleza Cotzumalguapa y que antes se denominaba como La Reina de la Feria Navideña. Aunque para utilizar con propiedad el lenguaje, hay que aclarar que esta no fue una elección "democrática" porque no hubo votos masivos de la población, sino en todo caso, fue una elección hecha por la "aristocracia" ya que un jurado formado por "los mejores" fue el que tuvo la palabra ("Aristos", es una palabra que en el idioma griego original significaba "lo mejor") y le otorgó esa nominación a la señorita Mónica Aymeé Godoy Castillo. Una chica muy bonita, y según dicen quienes la conocen, es además de linda, humilde, sencilla y de buenas costumbres. Enhorabuena para ella, para su respetable familia y para el pueblo en general.

Y hablando de elecciones, de seguro ya se dio usted cuenta que en nuestro pueblo ya se empiezan a sentir como dijo Rafa Santos, "pasos de animal grande" en lo político. Ya hay varios especímenes de esos, moviendo nuestras pueblerinas aguas con sus aspiraciones. Algunos micos siguen en sus conocidos columpios (como diría Álvaro Arzú) y otros ya andan anunciando cambios de estafeta.

Lo más trompudo de este caso es que todos y todas se sienten animados del mas auspicioso optimismo. Todos piensan que van a ganar. (si sopesaran bien las posibilidades y no se creyeran sus propios cantos de sirena, muchos de ellos mejor se dedicarían a la pesca, que a fin de cuentas es mas rentable que andar jugando loterías… políticas) pero ni modo, todos tienen el mismo derecho a soñar. Desde los que son mas hábiles que el buey que entro reculando a la milpa, o el chucho que ladra sentado, hasta los mas noveles, aquellos que apenas están haciendo sus primeras incursiones en esos terrenos, forjándose (o creyendo que están forjando) liderazgos, y reuniendo gente sencilla y crédula para defender hasta situaciones indefendibles…

Y a gastar en una inversión que, si les suena la flauta, pueden recuperar con creces en el cuatrienio que les toque bailar con la mas bonita, pero si la diosa fortuna les vuelve la espalda, en el peor de los casos, se quedan fuertemente endeudados… y bastante encaboronados…