Carlos Barranco R.
Recien está finalizando la feria navideña del 2009 (Esta es nuestra feria titular numero 126, nomás...!). Y se impone hacer alguna especie de comentario analítico de la misma. Haciendo la respectiva salvedad de que no pudimos estar en todos y cada uno de los aspectos feriales y por lo mismo, sólo haremos mención de aquellOs en que estuvimos testificando los aconteceres.
En primer lugar diremos que hubo -como siempre- mucho entusiasmo de parte de quienes se encargaron de coordinar las diferentes actividades. Por supuesto que no todo sale a la medida de lo planificado. Por angas o por mangas. Pero de que hubo buena voluntad, eso es innegable.
En primer lugar habrá que reconocer que los espectáculos que se montaron estuvieron a la altura de lo que se esperaba. Por ejemplo el desfile y la elección de las niñas que suelen jugar a ser "Nuestra belleza infantil" fue un derroche de buen gusto. Lo mismo podemos afirmar, pero en forma más fastuosa si se quiere, cuando se realizó el desfile y la elección de las bellas patojas que se disputaron la nominación de "Nuestra Belleza Cotzumalguapa" (nombre y representación que no nos termina de convencer, pero que sí le ha gustado a quienes copiando la denominación que en cierto momento se le ocurrió a don Raúl Velazco y su gente de Televisa, desde hace varios años nos cambiaron el tradicional título de "reina de la feria navideña" con que acostumbrábamos llamar a las señoritas mas bonitas, cultas ysimpáticas de nuestro pueblo... porque la simpatía era algo que tenía mucho que ver en aquellas elecciones de antes)
Por otra parte, las carreras de caballos que son el principal referente de nuestra feria, estuvieron a la altura de su prestigio tradicional. Claro que ya las carreras no son como las de antes. Cuando había tantas y tantas fincas ganaderas en nuestro entorno. Ahora ya no hay varias carreras en que participen cinco o seis ejemplares. La mayoría de las carreras que se casaron este año fueron prácticamente parejeras. Aunque no sobre una pista en linea recta como se acostumbra para esas competencias. Pero de cualquier manera la emoción fue constante en las tres fechas. Y ahora con la novedad de que gracias al moderno istema de iluminación de que se dotó al hipódromo Ricardo Muñoz, las carreras terminaron en alguna oportunidad hasta las ocho de la noche, ya con el fresco decembrino haciendo mas llevadero nuestro clima costeño.
La velada de premiación de los Juegos Florales fue algo muy bonito, ordenado e impactante. El máximo problema que se tuvo qué afrontar fue que a causa de la remodelación del atrio de la iglesia parroquial, el acto no se pudo llevar a cabo en ese lugar que prácticamente se abarrotó el año pasado. Ahora se debió improvisar un escenario en el Hogar Cotzumalguapa que a final de cuentas resultó adecuado, para un acto sobrio, elegante y solemne.
El baile en honor a la señorita que ostenta el título de "Nuestra Belleza Cotzumalguapa", se realizó con grandes pretenciones en el salón del campo de la feria. Lamentablemente hubo fallas garrafales de organización que no permtieron que fuera una fiesta digna heredera del esplendor de las de antes. En primer lugar, el carnet musical no fue el mas adecuado. aunque fuese una fiesta para la juventud. Y en segundo lugar creemos que no fue muy acertado invertir tanto dinero en esas elegantes mesas bien "vestidas" que se quedaron como novias de rancho: "vestidas y alborotadas" sin que la muchachada se dignara comprar su derecho a usarlas. Y con toda la juventud brincando (bailando quise decir) rodeada por una muralla de mirones de pie, la poca gente que sí compró su mesa y se sentó, para por lo menos ver la alegría del baile, sólo alcanzaba a ver espaldas y mas espaldas... de cualquier forma es cosa de aprender para próximas oportunidades. Como baile social creemos que fue una buena zarabanda...
Todo lo contrario debemos apuntar respecto del baile de los cuarenta. Una fiesta con toda la barba. Creemos que ninguno de los señores tuvo el irrespeto a la elegancia que dicho baile exige, quitándose el saco. Por lo menos al bailar, porque sí alcanzamos a ver a un par de acalorados señores en mangas de camisa, pero sentados en su respectivo lugar. Hubo una extraordinaria asistencia. Vimos allí muchas caras de viejos lucianos (viejos en el buen sentido de la palabra) que volvieron a la querencia para compartir esta fiesta que es en realidad un orgullo para todos los lucianos. Y al final hasta lograron con sus aplausos que los maestros de la marimba Gallito ofrecieran una pieza de mas cuando ya se disponían a "tapar la marimba". Puedo asegurar que si hubiera continuado una hora mas de música, muchos se habrían quedado alegremente en la tarea de seguir regando polilla...
Esto no ha sido una crónica de sociales. No somos muy duchos para eso... apenas ha querido ser un ensayo respecto de lo que vimos de la luciana alegría en la celebración de nuestra 126 feria navideña...
Datos personales
- Carlos Barranco R.
- Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala
- Nací en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala, el 3 de enero de 1940 o sea que actualmente tengo la friolera de 76 años. Estudie la carrera magisterial, un poco de Periodismo y fui pre-graduado en Diplomacia ya que sólo me faltó para graduarme, el examen de idiomas, al que nunca me sometí. Ni modo. Hasta la llegada a la municipalidad luciana, del alcalde "amigo de todos, pero no de los intelectuales" me desempeñé como Coordinador Municipal de Cultura y en el área de comunicación social de mi pueblo, en lo relativo a redacción (porque como muchos saben, a causa de un cáncer de laringe, estoy privado del don del habla desde el año 2000). Pero también sigo escribiendo poesía, cuento y -desde agosto del año 2015 ya no sigo editando mi propio medio de comunicación, la Revista COTZUMALGUAPA, a la que le pusimos el apodo de "LA REVISTA DIFERENTE"-. Por lo demás, sigo pensando, escribiendo y actuando con definida inclinación de izquierda.
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