Datos personales

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Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala
Nací en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala, el 3 de enero de 1940 o sea que actualmente tengo la friolera de 76 años. Estudie la carrera magisterial, un poco de Periodismo y fui pre-graduado en Diplomacia ya que sólo me faltó para graduarme, el examen de idiomas, al que nunca me sometí. Ni modo. Hasta la llegada a la municipalidad luciana, del alcalde "amigo de todos, pero no de los intelectuales" me desempeñé como Coordinador Municipal de Cultura y en el área de comunicación social de mi pueblo, en lo relativo a redacción (porque como muchos saben, a causa de un cáncer de laringe, estoy privado del don del habla desde el año 2000). Pero también sigo escribiendo poesía, cuento y -desde agosto del año 2015 ya no sigo editando mi propio medio de comunicación, la Revista COTZUMALGUAPA, a la que le pusimos el apodo de "LA REVISTA DIFERENTE"-. Por lo demás, sigo pensando, escribiendo y actuando con definida inclinación de izquierda.

lunes, 28 de diciembre de 2015

CUARTETAS, QUINTILLAS, VERSOS LIBRES, SONETOS, OCTAVAS REALES Y OTRAS RIMAS, PARA EXPONER UN CRITERIO…

Carlos Barranco Rodríguez


I
Con frecuencia a poetas y escritores
nos invitan a cultos festivales
y enviamos entusiastas nuestras “flores”
a los Juegos Florales nacionales…

II
Un idóneo jurado
casi siempre integrado
de manera discreta,
por más de un licenciado
pero ningún poeta,

“a conciencia” y  sin prisa
las obras analiza
de manera encomiable,
y al cabo exterioriza
su fallo inapelable. 

III
Casi siempre se inclina la balanza
augusta del criterio
por considerar digno de un aplauso
unánime
sonoro,
rotundo,
sideral,
insospechable
al poema de nombre apantallante
que fuera presentado
entre algodones de espiritual raigambre igualitaria
y ecuménico afán,
pletórico de libres expresiones
de original circunflexión dorada,
que por ser académicas propuestas
y utilizar lenguaje dominguero
tienen el gran valor pluscuamperfecto
de haber sido paridas
por un poeta que auge sus cantares
entre el perínclito valor superlativo
de un estallar de versos aurorales… 

IV
Casi siempre se quedará ignorado
el serventesio, el dístico, el terceto.
Con igual suerte correrá el soneto
que en clásico troquel fuera forjado.

El acento o el ritmo, abandonado
está en la poesía por completo…
Hoy se le da ese nombre a un mamotreto
de rima y consonancias, despojado.

Ya no hay liras, sonatas, madrigales,
ya no hay cantatas, himnos o elegías,
ni églogas, ni romances, ni doloras.
No hay figuras retóricas, sonoras,
como las de las clásicas poesías
que hicieron a unos bardos, inmortales. 

VI
Hoy no se miran en eventos tales
las superiores, clásicas escuelas
que se usaban antaño, las ideales
consonancias de rítmicas secuelas,
plenas de luz de las Octavas Reales
o de las armoniosas Espinelas.
Acentos no hay… ni similicadencia…
¡La rima en angustiosa decadencia…! 

VII
Y en este Universo
no se hace el esfuerzo
de forjar un verso
de alma musical,
hoy es otra cosa
menos trabajosa:
hoy se escribe en prosa
florida y formal.

Ya el timbre sonoro
de un arpegio de oro
es como un tesoro
que guardado está,
dentro de un joyero
seguro y austero
que en cárcel de acero
se convertirá.

La dulce armonía
de la melodía
que hay en la poesía
No se aprecia más…
y el timbre argentino
del verso y del trino
extravió el camino
por siempre, jamás…

Mi musa dispuesta
me inspiró en respuesta
rimada protesta
cumplida y formal:
Que recobre un día
toda su alegría
la antigua poesía…
¡Clásica y triunfal!



martes, 15 de diciembre de 2015

VENGO A DECIRLE ADIÓS, A LOS MUCHACHOS…

Lo prometido es deuda. Y aquí la estoy saldando. Después de haber participado desde 1970 en Juegos Florales (con un montón de años de ausencia por encontrarme fuera del terruño)
-la foto ajunta es testimonio de ello, cuando Victor Lara me entregaba un segundo galardón, creo que por allá por 1972 o 73- llegó el momento de mi despedida de tales eventos. Saludos cordiales a todos.

                                                                                                                                     Carlos Barranco R.

VENGO A DECIRLE ADIÓS, A LOS MUCHACHOS…

.
(A manera de despedida)
De una vieja canción, tomé prestado
el título anterior, que exterioriza
lo que quiero expresar y sintetiza
la firme decisión que hoy he tomado.
Algo que sopesé con mucho tiento
para no actuar en forma improcedente,
para no arrepentirme de repente
de un falso análisis del sentimiento.
Voy al grano: dispuse retirarme,
del mundo de las justas literarias,
no porque las considere innecesarias
sino por, simplemente, “jubilarme”.
No es que de ellas esté desencantado
porque en algunas haya amañamiento;
es simplemente que llegó el momento
de dar un leve paso hacia un costado.
He vivido momentos muy bonitos
compartiendo con otros escritores…
casi todos, amigos superiores,
tan superiores como sus escritos.
Al norte, al sur, oriente o al poniente
de nuestra geografía, me invitaron
a los Juegos Florales y premiaron
mis versos de manera intermitente.
No es necia presunción de parte mía
decir que en medio centenar de eventos
le dieron a mis versos o a mis cuentos
justa o no, especial supremacía.
Eso me permitió la linda excusa
de concentrar mis líricos esfuerzos,
para brindar la ofrenda de mis versos
a la sin par beldad de alguna Musa.
Pero en tal “competencia” de escritores
no todo es como hojuelas sobre mieles,
muchas veces las palmas, los laureles,
los recibieron otros trovadores…
Fui en muchas ocasiones, ignorado
por quienes tienen la áspera faena
de indicar si una obra es mala o buena,
o qué trabajo debe ser premiado.
Los que en tales eventos competimos
sabemos que los miembros del jurado
obran de buena fe y nos ha tocado
aceptar fallos que no compartimos.
Pero a veces el ego se enardece,
se subleva, se enoja y se alebresta.
-máxime cuando se lee una propuesta
que en realidad el triunfo no merece-
Cuando uno ve que el lauro le ha tocado
a un trabajo corriente y anodino.
… Que el propio mereció mejor destino
y que fue simplemente desechado…
Se acepta el fallo erróneo, simplemente,
porque así son las Bases del evento,
luego, el enfado pasa y al momento
estamos listos ya, para el siguiente.
Y “ai” vamos otra vez como el atleta
que deja sus esfuerzos en la pista:
vuelve a mandar sus cuentos el cuentista,
vuelve a mandar sus versos el poeta…
Pero no quiero ya que otras retinas
ponderen el fulgor de mis luceros,
que otros midan el canto a mis jilgueros,
o el suave vuelo de mis golondrinas…
que juzguen el aroma de mis nardos,
que otros caten la esencia de mis vinos,
o digan que mis sueños peregrinos
son inferiores a los de otros bardos.
Ya no quiero que el fruto de mi esfuerzo
lo califiquen “doctos ilustrados”,
aunque sean instruidos, cultivados
y estimen manejar mejor el verso.
Porque ha ocurrido en muchas ocasiones
que los señores calificadores,
son licenciados, pero no escritores,
académicos son, mas no poetas…
***********************************************
Por todo eso me voy de estos ambientes
con muchos sentimientos divididos.
Fueron bellos momentos los vividos
a la par de escritores excelentes,
de quienes guardo excepcional memoria
y afectos de alta y singular factura,
Quijotes todos, que por su cultura
un espacio ya tienen en la historia.
Yo ya no buscaré aplausos ni Gloria.
Pero eso sí, y mientras Dios lo quiera,
continuaré escribiendo a mi manera
sin pretender la “v” de la victoria.
Para finalizar, ya, sin empachos,
de los Juegos Florales he abjurado.
Y aquí va el verso que tomé prestado:
¡Vengo a decirle adiós, a los muchachos…!


lunes, 14 de diciembre de 2015

ATENTA JUSTIFICACIÓN



La decisión de ya no volver a participar en Juegos Florales la vine considerando desde hace mucho tiempo. En esta oportunidad simplemente estoy tomando tal determinación. Me convencí que era lo mejor, después de haber constatado vicios en alguna organización, de cuyo nombre no quiero acordarme, como dijera el celebérrimo manco de Lepanto… como por ejemplo que no se respetara la secretividad del nombre de los participantes, ya que me consta que abrieron plicas de trabajos no premiados… y eso es corrupción -la plica de identificación de mi propuesta en ciertos Juegos Florales, me la devolvieron abierta, aunque no había sido premiado-

Habría querido retirarme por la puerta grande y en el mismo lugar donde principié esta “carrera” pero no me lo permitieron, el Jurado Calificador o los organizadores del evento en Santa Lucía Cotzumalguapa.  Mi deseo era terminar triunfando con mi “salutación a la Virgen Santa Lucía”, así como principié triunfando con mi poema “La novia del sur” en 1970. No se pudo, ni modo. (Ofrezco que mañana, publicaré en este mismo espacio, un poema “justificativo” de mi decisión de hacer mutis de estos eventos literarios, que tiene por nombre “VENGO A DECIRLE ADIOS A LOS MUCHACHOS”).

Aquí les dejo el último poema con que participé en los Juegos Florales Navideños 2015. Ojalá que a ustedes les guste mi  


                               SALUTACION A LA VIRGEN SANTA LUCÍA
                                                                                                                                                            
(… Ante tu altar me inclino, reverente
para darte inspirada pleitesía,
y te traigo en la flor de mi poesía
mi oblación de devoto penitente.)

Virgen Santa Lucía, mi oferencia
no es de perlas, diamantes ni oropel,
es tan sólo el fervor de un siervo fiel
que se inclina ante ti con reverencia.

Un siervo en cuyo espíritu, encendida
está la inagotable luz de un cirio
que se encendió inspirada en el martirio
al que fuiste obligada y sometida.

Por defender tu fe, por no mancharte
con las delectaciones terrenales,
soportaste torturas infernales
y afrentas y dolores inhumanos…

Y ese ejemplo de alta mansedumbre
y amor a la virtud que en ti se admira
es el que a tus devotos nos inspira
a buscar una luz que nos alumbre.
Tu que amorosa, velas desde el Cielo
por mi Cotzumalguapa, que te adora,
protege y cuida al pueblo que te implora…
dale siempre tu amparo y tu consuelo.

Tu nunca pides, Virgen amorosa
ni flores, ni riquezas, ni canciones.
Tu quieres que tengamos corazones
de acción caritativa y generosa.
           
Que encendamos gozosos nuestro cirio
en la brillante lumbre de tu ejemplo,
que edifiquemos en el alma un templo
grande como tu amor y tu martirio.

 Que compasión ofrezcan nuestras manos
para quienes imploran caridad,
y siguiendo tu ejemplo de bondad
que ayudemos a todos los hermanos.

En nuestros corazones hay un templo
donde rendimos culto a tu memoria
virgen plena de amor, llena de gloria,
de mansedumbre y fe supremo ejemplo.

No flaqueó en el martirio, tu confianza
en Dios que siempre fue tu fortaleza,
y seguiste  viviendo en la pureza
con fe, con caridad, con esperanza.

Con esos dones que, quienes te amamos
quisiéramos tener en nuestra vida,
para seguir la huella esclarecida
de tus divinos pasos que admiramos.

Para dar, como Tú,  lo más querido
sabiendo que es el alma lo que importa
y tu vida ejemplar nos reconforta
porque es tu amor divino y bendecido.

Frente a tu pecho virginal, la palma
del martirio feroz, luce gloriosa
y tu sonrisa Santa y prodigiosa
es un reflejo de la luz de tu alma.

Deja, Santa Lucía, que mi esfuerzo
pueda llegar a tu sitial Divino.
Que llegue hasta tu trono alabastrino
la breve  ofrenda de mi humilde verso.

Para que deje al pie de tus altares
los grandes, los profundos regocijos
de todos los lucianos… de tus hijos,
que te ofrecen ofrendas singulares…

…Que este pueblo feliz, siga el camino
que alumbra tu presencia milagrosa,
y que Cotzumalguapa generosa
en tus manos confíe su destino…

Que con todo fervor, con alegría,
compartamos tu fiesta encantadora…
¡Que Dios Bendiga al pueblo que te adora…!
¡Que te bendiga Dios, Santa Lucía…!