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Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala
Nací en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala, el 3 de enero de 1940 o sea que actualmente tengo la friolera de 76 años. Estudie la carrera magisterial, un poco de Periodismo y fui pre-graduado en Diplomacia ya que sólo me faltó para graduarme, el examen de idiomas, al que nunca me sometí. Ni modo. Hasta la llegada a la municipalidad luciana, del alcalde "amigo de todos, pero no de los intelectuales" me desempeñé como Coordinador Municipal de Cultura y en el área de comunicación social de mi pueblo, en lo relativo a redacción (porque como muchos saben, a causa de un cáncer de laringe, estoy privado del don del habla desde el año 2000). Pero también sigo escribiendo poesía, cuento y -desde agosto del año 2015 ya no sigo editando mi propio medio de comunicación, la Revista COTZUMALGUAPA, a la que le pusimos el apodo de "LA REVISTA DIFERENTE"-. Por lo demás, sigo pensando, escribiendo y actuando con definida inclinación de izquierda.

martes, 1 de octubre de 2013

15 DE SEPTIEMBRE...

Comentario en relación a la celebración de nuestra diz'que independencia

Carlos  Barranco R.

Se supone que nuestros queridos colegas maestros, (y ya no digamos los celosos señores directores) antes de que en este mes, pletórico de banderitas y pancartas y desfiles, llegue la semana “de haraganear” (porque realmente los que más chambean en esos días son los compañeros encargados de las famosas bandas y los que enseñan a bailar, que no a marchar, a las patojas batoneras o batonistas que más parecen porristas de futbol americano, o cheerleaders como les gusta decir a los que se jactan de gringófilos) han estado haciendo conciencia entre sus alumnos respecto de que en la fecha 15 de septiembre, lo que celebramos en realidad es la firma de un documento NUNCA DISCUTIDO NI CONSENSUADO CON EL PUEBLO, sino acordado y producido por los mismos que formaban parte del gobierno colonialista y de la élite criolla guatemalteca, en uno de los salones del Palacio de los Capitanes Generales, situado en lo que ahora es un parque…(¿Sabrán muchos de los(as) jovencitos(as) de quinto magisterio, por decir algo, siquiera dónde se encontraba ese edificio…? Lo dudamos muy de verdad.
Y seguro que a sus alumnos, esos patrióticos maestros, (que desde que estaban estudiando la primaria deben conocer perfectamente la historia de nuestra Guatemala) ya les habrán contado varias veces, hasta que eso les quede muy claro en la mente y en el corazón a los que dentro de poco tiempo van a ser los nuevos maestros que enseñen a las futuras generaciones de guatemaltecos la grandeza de nuestra patria, que fue tan poco seria la tal declaración de independencia (¿?) que al poco tiempo, a los 3 meses, o sea apenas en enero de 1822, esos mismos señores que llamamos “próceres” acordaron la anexión de esa “nueva nación independiente” al recién instalado imperio mexicano de Agustín de Iturbide.
Visto lo anterior, a estas fechas seguramente los maestros ya habrán discutido con sus alumnos si la independencia centroamericana se debiera celebrar hasta aquel día del año de 1823 cuando con la caída del imperio de Iturbide, se acordó que Centroamérica era independiente “de España, de México y de cualquiera otra nación”. O si mejor se celebrara la independencia cuando se organizó la Federación de Naciones del Centro de América, cosa que se hizo en el año de 1824… o si mejor se esperara otra fecha más certera, porque a los pocos años  de esa acción, empezaron las luchas internas por las ambiciones de poder de unos y otros “próceres” atrincherados en sus partidos “Liberales” y “Conservadores” y así entre tumbos y retumbos la Federación se fue desmoronando  hasta que en 1838 se salió del pacto federal la provincia de Nicaragua, a los pocos meses se separó de esa unión la provincia de Honduras y ya casi a finales de ese año se fue también la provincia de Costa Rica.
Por fin, el sueño de una Centroamérica unida terminó en el año de 1839. Ya no éramos colonia española, ni colonia mexicana. Ni Federación de Estados Centroamericanos. Entonces el día 21 de marzo de 1847, se creó por fin la REPUBLICA DE GUATEMALA. Libre, soberana e independiente. Y ¿quién fue el presidente que logró esa declaratoria que no nos cuentan muchos los señores maestros? Es un conocido general pero sólo por gana de fregar no voy a escribir aquí su nombre… “Ai” se lo dejo de tarea. O mejor: pregúnteselo al (a) maestro (a) más cercano (a) a su cívico corazón…

A VUELO DE PÁJARO....

Oscar Bran Lorca (Alter Ego de Carlos Barranco)

Publicado en la Revista Cotzumalguapa de Septiembre 2013.

Hay tantas cosas (chuscas o no) que en los últimos tiempos nos han llamado la atención, que no encontramos ni por donde principiar este fiambre de comentarios. Pero como por algo hay que empezar, diremos que nos dejó como alelados el hecho (que fue difundido por todos los medios de comunicación que se dicen ser serios en el país) de que un montón de “personajes” se hayan reunido en, no nos importa dónde, para celebrar un “día de oración” en el cual el señor presidente de la república, don mano dura, se permitió “nombrar a Jesucristo como Señor de Guatemala”. Por favor señores… Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa como diría la filósofa Chimoltrufia. Si el gobernante tiene determinada creencia, santo y bueno. Pero hay que recalcar que nuestro estado no es teocrático ni nuestro gobierno es religioso. Somos un país laico. Esas invocaciones seudo-religiosas no les quedan bien ni a los lideres pueblerinos que quieren ganar votos diciendo: “Dios bendiga a Patzun” o “Dios bendiga a los mazatecos” (Cambie usted a su gusto el nombre del pueblo o el gentilicio y verá que no andamos nada mas jodiendo la pita…) Pero en fin: lo que no vemos bien es que dentro de poco tiempo nos hayan impuesto otra más de las tradiciones gringas. Allá celebran el día de la oración.(Pero hay que recordar que esa gran nación tiene sus orígenes precisamente en la intolerancia religiosa europea del siglo XVI. Y se hartan pavos el día de acción de gracias. Y como nosotros todo lo copiamos…
Y a nivel municipal tenemos que lamentar profundamente que sigamos en las mismas en el tema del agua. En un amplio sector de la población tuvimos (hasta el momento de teclear estos renglones) más de 15 días con un servicio irregular de agua potable (?) a pesar de que el año pasado y este año el invierno no provocó los desastres que SÍ ocasionó en el 2011, cuando se llevó de corbata una gran parte de la infraestructura de “los brotes” y dejó a la población sin agua como 30 días. Lo que hizo que aquellos días fueran mas llevadores para las familias, fue el milagro de que era un tiempo electoral y entonces a los pocos días ya andaban un montón de pipas regalando agua a todos los vecinos… (Por supuesto que con la propaganda de ciertos y ciertas respetables candidatos-as. Los recuerda?) Y lo más “bagre” de ese mal servicio público en este año, fue que a pesar de que en la Muni hay personas y presupuesto suficiente para comunicación social, nunca se informó que se estaban haciendo  trabajos y por eso “se suplica al vecindario tener paciencia y comprensión…”)
Y los que ya no saben ni qué hacer, son mano dura y su ministro de gobernación. A cada rato dicen una cosa y a los pocos días se tienen que echar de reculada. Como que no se logran poner de acuerdo. Cuando no es uno es el otro al que le toca enmendar la plana. “El presidente lo que quiso decir fue… tal cosa”, dijo cierto día el señor López. Y “Él no puede derogar un acuerdo, por lo tanto lo de los cascos seguirá a puro  chaleco” (o algo así, conste) dijo a el señor Pérez. Hombre, sería cosa de que antes de echar su cuarto a espadas  se echaran un cafecito o una chela bien helodia para ponerse de acuerdo, digo yo, de metiche…
Y sabe qué otra cosa nos cayó como patada en la espinilla, o como jalón de hue….sos ? Que recientemente en el  congreso… ese lugar llamado “La más alta tribuna de la patria” los H. diputados se gastaran parte de su valioso tiempo (valioso por lo que todos pagamos para su funcionamiento) en presentar una moción para discutir algo “de tanta importancia para el ordenado transitar de nuestra patria por los  mejores senderos que lo lleven a un mejor desarrollo que le permita tener un futuro promisorio a la altura de su devenir histórico…” (Así suelen hablar los diputados en el hemiciclo). Y ¿sabe de qué hablaron? De que hay que tener un montón de días festivos. Y hubo una tanatada de propuestas a cual mas pendeja e insustancial. Aquí le voy a contar algunas  (Es que eran tan intrascendentes que no quise ponerles coco y no las anoté en ningún lado. ) Día de la mujer indígena. Día de la oración. Día del migrante. Día de la democracia (Puchis dijo un compa medio despistado…¿y por qué no pusieron el día de Siquinalá o de la Gomera?)
Y ya que le estamos dedicando una parte importante de esta revista al asunto ese de los festejos de independencia, déjenos hacer aquí una propuesta aunque no sabemos a quién jocotes mandársela. En serio. Que ya no sigan (por lo menos en nuestro pueblo) con esa aberración de elegir Reinas o Niñas de tal o cual cosa. Es que en realidad, da tristeza, pena y vergüenza ajena cuando uno mira a esas lindas e inocentes niñitas haciendo cada papelón en los escenarios o teniendo sus cinco minutos de fama en  los canales de la televisión local por cable. En primer lugar, quienes asumen el delicado papel de instruirlas en “modelaje” olvidan que se trata de NIÑAS. Párvulas muñecas de no más de 8 años. Y las pintarrajean como horrendos remedos de señoritas. Imitando con sus piernitas tambaleantes y en proceso de desarrollo, el paso exageradamente ondulatorio con que se supone que deben caminar las coquetas y pizpiretas señoritas de 15 o más años aspirantes a cualquier clase de reinado. Y luego algo que se inscribe en lo patético por no decir en lo ridículo: las enseñan a colocarse ambas manos un poco más arriba de la cintura, con lo que todas se miran como elegantes tinajitas.
Hay que tener un poco mas de sensibilidad humana. Si lo que tratan los padres de familia es que sus niñas tengan esa experiencia, santo y  bueno. Si lo que quieren los organizadores es agenciarse una buna plata a través de la organización de esos eventos, adelante. Pero que a las protagonistas se les enseñe a comportarse como lo que son: como niñas. Y luego, que no las hagan ser lo que no son: son pequeñas linduras que no están concursando en un evento de oratoria… que no les hagan aprenderse un discurso de cinco minutos con palabras y datos que tal vez ni sus maestros comprenden y que al final, cuando se les hace una pregunta inesperada, pero totalmente de acuerdo con su pequeña edad y desarrollo, sencillamente por su nerviosismo y porque como eso no se lo aprendieron de memoria, no saben qué responder. No señores: hay que hacer algo más genuino. Mas honesto. Mas bonito. Digo…
Sé que por esta clase de comentarios a muchos no les caemos nada bien, pero si lo decimos es porque creemos sinceramente que hay que decir las cosas como son, aunque mas de alguien nos llame jijos de tal por cual…