Artículo de Javier Gil Martínez. Abril de 2915. Revista Cotzumalguapa.
Generalmente cuando escuchamos estas dos palabras, “aborto” y “Eutanasia”, nuestros sentimientos se confunden y nos desconcierta el hecho de pensar que en el 99% de estas dos expresiones, se habla de muerte decidida por otros , se habla de decisiones que jamás van a ser cuestionadas por las víctimas, ya que en la mayoría de los casos las decisiones siempre van a ser apoyadas por criterios de poca sustentación. Aduciendo en el primero de los casos, el aborto, –en el cual nos enfocaremos hoy- que a determinadas semanas de embarazo, todavía no hay vida y que por lo tanto no se comete ningún crimen. Y lo peor es que lo aseguran los médicos, cuyo juramento Hipocrático, se basa en la defensa de la vida. Si es tan simple la lógica, de que en el momento del embarazo, se unen dos células VIVAS, de lo contrario no habría paso al embarazo y aquí la pregunta , si son dos células vivas, ¿que tipo de células van a conformar el resto de esa vida que ya existe?, pues se estarán multiplicando células vivas, dando vida al nuevo ser, que ya “ES” y ante quien, nadie tiene el derecho ni la autoridad, para decidir, si el niño debe seguir viviendo o no, ni aún su propia madre. Y aquí permítanme hacer un paréntesis, porque si hay casos en los que la vida de la madre corre un alto riesgo a la hora del parto y aquí muchas veces por doloroso que sea, la madre puede tomar esa difícil y respetable decisión . Pero también la historia está llena de madres “Muy Madres” que corrieron el riesgo de perder su vida a cambio de la vida del hijo de su corazón, muchas de estas madres vivieron para contarlo, otras murieron para vivirlo. Ante justificaciones como esta, se respeta la decisión.
Pero aparecer con la justificación para un aborto, “de ver afectada mi figura de mujer”, es una vergüenza, viviendo en una sociedad que sin ningún rubor ofrece anticonceptivos de todas las marcas y colores, precisamente para usted que quiere disfrutar la vida, sin exponerse a los riesgos que ello implica.
Porque ya ni siquiera es lo que en algún momento, fue y preocupó a la joven madre de aquellos tiempos, que era el miedo de enfrentar a sus padres, quienes muchas veces por ignorancia amenazaban a las hijas con echarlas a la calle “si me vienen con una barriga sin dueño”, esto significaba aparecer embarazada sin haberse casado antes.
Hoy todo ha cambiado y se ve normal todo lo que, como sociedad de consumo tenemos frente a nosotros, una vida más apresurada, una relación menos romántica donde el concepto de hogar se toca con pinzas y el concepto de familia parece cosa del siglo pasado y dentro de toda esta apreciación, pues los hijos son lo último en que se piensa como pareja enamorada y si por esos azares del destino, se entromete la sonrisa infantil de un futuro hijo en la pareja, se expone con toda su inocencia a ser piedra de tropiezo en la relación familiar y ver amenazado su sueño de nacer.
Y así como justifican el aborto por afectar la figura de la madre, de la misma manera van aceptando nuevas justificaciones aunque carezcan de solidez argumentando que la mujer es la dueña de sus decisiones y se le debe respetar, aunque sea a costa de la vida de un inocente y vamos convirtiendo a nuestra sociedad en cómplice de todos los crímenes que se cometen a diario en los distintos consultorios donde practican los abortos y si sumamos los de acá, los de allá y los de más allá, estamos hablando de millones de niños vilmente asesinados por el único delito de traer una sonrisa entre sus labios y una limpia y dulce mirada en sus ojos . Eso también es holocausto.
Después de este brevísimo comentario acerca del aborto, no pretendo cambiar las reglas del juego, ya que todo esto forma parte del sistema que administra y permite esta realidad, donde todos nosotros somos víctimas también, pero a veces con nuestro silencio, con nuestra indiferencia o con nuestro machismo ancestral nos convertimos en cómplices del sistema.
Lo único que pretendo y deseo y esto lo afirmo, es que si este comentario, a favor de la vida, de la tierna mirada y de la hermosa sonrisa de un niño, llega a las manos de esa joven que creyó en la promesa de su amado y como consecuencia se encuentra ante la disyuntiva de su futuro como madre soltera. Adelante con tu futuro al lado de tu hijo, que de esta decisión jamás tendrás que arrepentirte después y te puedo asegurar como abuelo, que te esperan muchas penas que las podrás contar, pero también te esperan muchas e incontables alegrías.
Pero si en lugar de una joven que creyó en la promesa del amado, se tratara de un joven que está preocupado por el presente que enfrenta, ante esa situación de incertidumbre que le causó la noticia reciente que le diera la novia sobre “las dos semanas de embarazo que tengo y que hasta ayer descubrí al hacerme la prueba respectiva”. Van a surgir las dudas y las preocupaciones y las angustias de solo pensar ¿cómo le vamos a hacer?. No te preocupes amado joven, anda a buscar a tus papás y bríndales un abrazo grande mientras les das las gracias por no haber ellos permitido el aborto cuando tu mami se encontraba embarazada, esperando tu llegada. Después ve a buscar a tu novia, dale el más fuerte abrazo y dile al oído que es la mamá más bonita que hayas visto jamás.
En la siguiente entrega estaremos conversando de la eutanasia.
Datos personales
- Carlos Barranco R.
- Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala
- Nací en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala, el 3 de enero de 1940 o sea que actualmente tengo la friolera de 76 años. Estudie la carrera magisterial, un poco de Periodismo y fui pre-graduado en Diplomacia ya que sólo me faltó para graduarme, el examen de idiomas, al que nunca me sometí. Ni modo. Hasta la llegada a la municipalidad luciana, del alcalde "amigo de todos, pero no de los intelectuales" me desempeñé como Coordinador Municipal de Cultura y en el área de comunicación social de mi pueblo, en lo relativo a redacción (porque como muchos saben, a causa de un cáncer de laringe, estoy privado del don del habla desde el año 2000). Pero también sigo escribiendo poesía, cuento y -desde agosto del año 2015 ya no sigo editando mi propio medio de comunicación, la Revista COTZUMALGUAPA, a la que le pusimos el apodo de "LA REVISTA DIFERENTE"-. Por lo demás, sigo pensando, escribiendo y actuando con definida inclinación de izquierda.