A VUELO DE PAJARO

Carlos Barranco R.

Sabe qué? El pasado 26 de diciembre del 2010 tuvimos la feliz oportunidad de volver a encontrarnos con viejos y viejas amistades en el marco del elegante baile “de los cuarenta” con que tradicionalmente en nuestro pueblo se da el cerrojazo final a nuestras festividades navideñas. Claro que cada año, algunos rostros no se ven. Unos porque “este año no pudieron venir al pueblo, o estando aquí no pudieron asistir por equis o por ye razones” y otros, porque ellos o alguno de sus seres mas cercanos se nos adelantaron en el viaje sin retorno. Pero los que sí asistimos (aun con un montón de achaques propios de la edad) gozamos en ese “fiestón” de un verdadero “festín” musical. Lástima que ya el salón está quedando demasiado chico para tanta gente con deseos de darle vuelo a la hilacha, en el buen sentido de la expresión.

Y hablando de otras cosas diametralmente opuestas, debemos consignar nuestro repudio y condena para las acciones que algunos desnaturalizados, maldecidos e hijos de mala madre, con tal de agenciarse grandes sumas de dinero a costa del trabajo de gente honrada y productiva, se han inventado la industria del crimen, la extorsión y el secuestro, llegando al extremo diabólico de hacer estallar una bomba en el interior de un transporte público donde, lógicamente, viajaba una variada cantidad de gente desprevenida, que de momento se vio atrapada por una mortal explosión que transformó en un infierno dantesco lo que hasta un minuto antes era un lugar tranquilo donde viajaban sueños, prisas, penas, temores, angustias, esperanzas…

y sabe qué es lo que mas nos engarrota y nos subleva el ánimo? Es saber que de allí en adelante, una parte del dinero que entre todos aportamos para la manutención de nuestro estado, se va a dedicar durante mucho tiempo para mantener a esos criminales, bien alimentados, con derecho a medicinas y cuidados cuando enfermen, inclusive pagando abogados de oficio para que defiendan del ejercicio coercitivo de nuestras leyes, a esas malnacidas sabandijas, a esas execrables alimañas con figura humana, que por nuestra cobardía y pusilanimidad como sociedad, no les podemos aplicar ninguna de las conocidas sentencias bíblicas: El que a hierro mata a hierro debe morir. Lo mismo que el hombre sembrare eso también segará. Con la vara que mides serás medido. En dos platos: aplicar la pena de muerte a aquellos que por sus torcidas ejecutorias la merezcan.

Y ya estamos en plena recta hacia la meta del 2011 que es la misma para TODOS los partidos políticos, posicionarse de la mejor manera de cara al cambio de estafetas a nivel guacamolón, guayabal y guayabalito. No hay, así lo busque usted con lupa, uno sólo de los contendientes en todas las ansiedades de acceso al poder, (llámense candidatos a presidente, a diputados o a alcaldes y concejales,) que no le asegure a usted que su caballo será el ganador. (Un político charro de hace algunos años, para afirmar que nadie tenía medianamente asegurada su elección solía decir que en aquel país “la caballada está flaca”)

Algunos y algunas, inclusive están apostándole a una eventual aprobación de sus candidaturas desde una “amañada” decisión de la CC (Que no es la Corte Celestial, aunque sus fallos casi casi, así se consideren) ya que, en el país y por casi todos los medios habidos y por haber, desde hace rato se principiaron a agitar las aguas de supuestas o pretendidas inconstitucionalidades, con el fin de ir preparando a la opinión pública para el momento clave.

Recordemos a los tristemente célebres eferregistas con los jueves negro y viernes de luto, que organizaron para tratar de zampar a puro tubo la candidatura del genocida general que, afortunadamente, recibió al final en las urnas, un sonoro bofetón de parte de este pueblo que ya está cansado de que le vean cara de baboso… (y hablando del general, puede usted estar seguro que los que aun quedan en el partido de la manita cuta, nuevamente lo colocarán como primero en la lista de los candidatos a diputados por el espurio listado nacional, con tal de que aunque sea con una mínima votación, pueda volver a quedarse en el Congreso y así evitar que lo zampen al bote y enchachado como merece, lo extraditen a España para ser juzgado allá por los crímenes de lesa humanidad que aquí en Guatebolas no nos atrevemos a iniciar).

Y como usted puede ver, en lo que toca al futbol seguimos siendo lo mas pior del área de Concacaf. ¿Por qué mejor no nos dedicamos a la pesca? Allí cuando menos un par de juilines sacaríamos para el Calderón Pérez… Y ¿sabe qué es lo que nos dio más pena que risa en un juego que vimos para aburrirnos con el futbol nacional un domingo de estos? Que cuando los flamantes subcampeones del año pasado, no podían contra un minúsculo Malacateco que los tenía contra las cuerdas y a punto del nock out, los aficionados rojos empezaron a gritar desaforados “Plata…Plata… Plata”.

No cabe duda: en nuestro subdesarrollado futbol no se gana pero se goza.