COMITÉ DE RECEPCIÓN.

Carlos Barranco R.

Hace algunas lunas, se anunció por los medios tradicionales en nuestro pueblo, la muerte de un “apreciado” señor, tal y como se suele decir en esa clase de anuncios fúnebres. A muchos lucianos actuales su nombre tal vez no les decía mucho. Porque no era una persona de gran fortuna económica. Y no pertenecía a lo que se llama “la gran sociedad”. Su nombre Felix Charuc. Una persona que vivió sus últimos años, mas que todo rodeado del cariño de los suyos. Y sin mucha relevancia en lo que anteriormente nos permitió conocerlo y apreciar su compromiso y su capacidad humana, al desempeñar su trabajo en las tareas de catequesis en la iglesia parroquial y en otras maneras de expresar el compromiso eclesial de la opción preferencial por los pobres.
Felix fue uno de nuestros compañeros de luchas cívicas de allá por los años que fueron del 1974 al 1980, cuando luchamos por ganar la alcaldía de nuestro pueblo, con el comité Cívico Independiente El Pueblo, liderados por nuestro amigo Javier Gil Martinez. Acciones que nos llevaron a ganar dos veces seguidas las elecciones y al mismo tiempo ser despojados de tales triunfos por el sistema corrupto de elecciones de la época.
Algunos miembros relevantes de ese comité ya se nos adelantaron en el camino hacia la Eternidad. Algunos de ellos, por razones naturales. Por enfermedades. Y otros por haber sido asesinados por los espurios regímenes que gobernaban nuestra patria.
Ahora que falleció Félix Charuc, quise escribir esta especie de artículo “in memorian” siquiera para que los nombres de nuestros queridos compañeros sean recordados por quienes los conocieron y que las nuevas generaciones, sepan que esos valiosos lucianos lucharon cívicamente junto a nosotros brazo a brazo y de la misma manera que a nosotros, a ellos también se les satanizó por nuestros regímenes “democráticos” y todos fuimos señalados como “comunistas” o “guerrilleros”, sencillamente por nuestro pensamiento juvenil y revolucionario.
Estos son los nombres de nuestros compañeros que estamos seguros ya se han organizado en otras dimensiones, para constituirse en una especie de Comité de Recepción que nos acogerá con muestras de revolucionaria alegría, en un futuro que nadie sabe cuando nos alcanzará:
(Hasta 1980 todos gozamos de relativa salud y seguridad. Pero ese año empezaron los problemas: Javier Gil, Guillermo Bosque, Oscar Zea, Roberto Paz, Florentino Gudiel y Carlos Barranco tuvimos que salir al exilio para preservar la vida)
Jorge Osmín Salguero (Jorge Córdova, según algunos) que fue asesinado fingiendo un ataque con armas de fuego con la intención de robarle…
David Sag, un compañero catequista, que no puedo asegurar la forma como lo mataron, pero que evidentemente fue muerto por su compromiso político…
Julian Bac, otro compañero catequista que siempre se destacó por su trabajo cívico y de promoción social y de cuya muerte tuve muy pocos informes…
Florentino Gudiel, luchador social que no sólo fue obligado al exilio y tuvo un hijo (que fue mi alumno) que fue asesinado por el ejército, sino que el mismo, al volver del exilio y trabajar de nuevo por el progreso de su comunidad, fue asesinado hace pocos años por desconocidos, cuando iba en bicicleta hacia su humilde hogar…
Guillermo Bosque (Topo Gigio) uno de los compañeros mas verticales en lo que respecta a claridad ideológica, que falleció por causas naturales después de que hacía mas de veinte años había sobrevivido a un atentado del que salió con varias balas en diferentes partes del cuerpo…
Nicolás Barranco, (mi hermano) quien falleció por causas naturales, también después de que hace mas de veinte años tuvo que salir del pueblo y vivir en otras ciudades, porque no se podía ir al exilio dejando desamparados a su montón de hijos…
Milo Catalán, compañero que también falleció en fechas mas o menos recientes por causas naturales…
Chente Chiroy, el bonachón amigo y compañero de luchas, de sueños y aventuras que falleció ya hace muchos años y de quien siempre guardamos un amable recuerdo…
A todos ellos (y a los que no menciono porque no supe mas de ellos, porque se interpuso entre nosotros un montonal de años y distancias) les dejo aquí un emocionado recuerdo y una ferviente oración por su descanso eterno. Nosotros, en la medida de nuestras menguadas capacidades, aquí seguimos con la guardia en alto…