Carlos Barranco R.
(Esta nota es parte de nuestro artículo "A vuelo de pajaro", del mes de enero en la Revista "COTZUMALGUAPA")
Se está terminando ya el primero de los doce meses de este 2009 y quienes hacemos esta revista seguimos, con tozudez digna de nuestro empecinamiento, aporreando teclas para escribir en letras de imprenta nuestro pensamiento. Y pese al paso de Cronos, (cuya imagen como dios del tiempo insertamos allá arribita) lo hacemos con juveniles arrestos que ya no se nos acomodan. Pero es que, ¡aliviados estaríamos si trasladáramos a estas páginas nuestros achaques y las comprensibles limitaciones que tanto acumular calendarios nos impone!
En fin, de lo que aquí se trata es de comunicar lo que consideremos trascendente. Y entre ello no podemos dejar de hacer un brevísimo comentario a la noticia que la prensa se ha servido ofrecernos hace unos días, respecto del pobrecito de don pollo ronco, a quien los ingratos europeos le congelaron una cuentecita bancaria, en la que su primer hijita del alma, tenía guardados nada mas y nada menos que veintiocho millones de quetzales. Nomás para sus dulces mientras iba a estudiar en una de las mas caras universidades del viejo continente. Y uno no puede menos que preguntarse… si esa cantidad estaba -en este mes de enero del 2009- guardada en las “uropas” ¿cuánto pisto en realidad se lograría llevar este pro-hombre zacapaneco, luego de sus cuatro años al frente del gobierno mas podrido que registra nuestra historia?
Y luego, a la zanganada del hueveyo hay que sumarle el descaro, la desfachatez, la desvergüenza, de afirmar con toda frescura: “si… el dinero allí está… pero no es dinero del Estado… son recursos privados…” con lo que a los guatemaltecos, aparte de saqueados, desfalcados, robados, nos estima como tarados, estúpidos, ¡pendejos…! Quién podrá creer que un tipo que vive en el exilio, ganando un sueldo de catedrático universitario, luego de volver a su país y vivir ocho, o diez, o doce años a la sombra del poder, se convierta, como por arte de Merlín, de alguien que tiene que vivir al principio de su ejercicio como presidente, en una casa prestada (por Alvarado Mcdonald) en multi millonario. Como dijo el poeta: “pobre y desventurada patria mía…con razón barre el polvo tu diadema”.
Y pasando a cosas menos tristes y más esperanzadoras, hace unos pocos días fuimos testigos (con todo el planeta, literalmente) de la asunción al poder en los Estados Unidos, de Mr. Hussein Obama, el descendiente de keniano que hizo realidad la parte mas elevada del sueño de Luther King. Ahora don Barak ya no será mas, “el negro por venir” sino el mero-mero tatascán del imperio. El mandamás que tiene por delante la tarea de enderezar algo de lo espeluznantemente torcido que le heredó el innombrable bush, ese tenebroso personaje que a fuerza de mentiras, y con el costo de miles de inocentes muertos, por su irracional manera de apoyar los negocios de su vicepresidente cheney, logró la hazaña de que a los Estados Unidos se les aborreciera un poco mas, en muchos pueblos que en el pasado han sufrido humillaciones, desmembramientos, invasiones, derrocamientos de gobiernos legítimos, golpes de estado, y bloqueos…
Una ventaja tiene el negrito del batey: aunque mucho se equivoque no va a meter las patas tanto como su antecesor y por eso, cualquier decisión que tome, aunque esté equivocada, el mundo se la va a aplaudir. Y más si empieza por limpiar Guantánamo, Abugraib, Irak y otros etcéteras y de paso distender las relaciones con lo que el vejete anterior llamaba ejes del mal… y otros países, pequeños talvez, pero igualmente respetables.