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Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala
Nací en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala, el 3 de enero de 1940 o sea que actualmente tengo la friolera de 76 años. Estudie la carrera magisterial, un poco de Periodismo y fui pre-graduado en Diplomacia ya que sólo me faltó para graduarme, el examen de idiomas, al que nunca me sometí. Ni modo. Hasta la llegada a la municipalidad luciana, del alcalde "amigo de todos, pero no de los intelectuales" me desempeñé como Coordinador Municipal de Cultura y en el área de comunicación social de mi pueblo, en lo relativo a redacción (porque como muchos saben, a causa de un cáncer de laringe, estoy privado del don del habla desde el año 2000). Pero también sigo escribiendo poesía, cuento y -desde agosto del año 2015 ya no sigo editando mi propio medio de comunicación, la Revista COTZUMALGUAPA, a la que le pusimos el apodo de "LA REVISTA DIFERENTE"-. Por lo demás, sigo pensando, escribiendo y actuando con definida inclinación de izquierda.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Se cumplió la ley... (Segunda parte)

(Como ya las elecciones son dentro de tres días, aquí van los dos artículos prometidos, que faltaban de la sección "Opiniones" de la Revista COTZUMALGUAPA)


LISANDRO ESTRADA CONDE

El gran Aristóteles, grande entre los grandes filósofos, sostenía con certeza jurídica que el imperio de la ley es sagrado e inviolable y que por lo tanto debe siempre aplicarse y acatarse con apego y conforme a derecho.

Pero por desgracia aquí en nuestra patria, tales conceptos se aplican de acuerdo con los intereses bastardos de cada quien y por lo consiguiente aquellos que los debieran de guardar y velar por su cumplimiento son los que los violan, los retuercen y los pisotean.

Esto es lo que quisieron hacer en forma burda y descarada los que se dicen políticos de la UNE y la GANA-pierde, al pretender burlar la ley al proponer la candidatura a la presidencia de una persona que desde todo punto de vista lo tenía prohibido.

Pero como la prepotencia y la ignorancia pesan más que cualquier otro buen propósito se cegaron y pensaron que con el respaldo del gobierno podrían hacer lo que se les viniera en gana, y por mas que se les advirtió que estaban en un error, se envalentonaron y no se detuvieron, y he allí los resultados. La doña se quedó bailando zamba sin música y los sabihondos politiqueros de estos dos partidos se quedaron mirándose las caras de mensos y se contentaron con echarle la culpa a los de enfrente, diciendo que todo era un complot de las fuerzas oscuras, que había un linchamiento político, que no había una buena administración de justicia y otro montón de boberas que mejor ni recordamos…

Pero lo triste de esta situación es comprobar la clase de gente que nos gobierna, que delatan a kilómetros de distancia su incapacidad intelectual y su miopía política, su falta de visión estratégica y su ceguera que les impide ver lo que para otros es evidente. Y demuestran la ignorancia de los peludos que rodean a los gobernantes actuales y de aquellos que los asesoran.
¡Cómo no va a estar en trapos de cucaracha nuestra pobre Guatemala, si está en manos de un montón de ignorantes, sinvergüenzas y mafiosos!

Lo bueno es que ahora la ley si se cumplió. No como en el caso del chafarote ríos m ontt que apoyado por el pollo ronco, violó la Constitución política de nuestra república y logró burlarse del pueblo, logrando que lo inscribieran los mal recordados magistrados de aquella espuria corte de Constitucionalidad, que quedaron señalados como truhanes por el dedo implacable de la historia, de eso no hay duda… aunque lo bueno de todo eso fue que final, al tal patriarca del efeerrege, el pueblo en las urnas, le dijo NO como ahora le dijo la CC a la famosa doña Sandra. Alegrémonos muchá, por esta vez, la ley se impuso.


CARLOS BARRANCO R.

La certeza y capacidad de nuestro sistema de justicia, durante mucho tiempo ha sido puesto en tela de juicio por casi todos los sectores de la nación a causa del alto porcentaje de ilícitos que se encuentran en lista de espera en los tribunales, así como de las poquísimas sentencias condenatorias que se emiten en los casos que logran llegar a juicio y finalmente, en que los fallos no corresponden a las demandas de justicia de la población.

Así hemos visto con estupor cómo, raterillos de poca monta o personas de bien que cometieron algún ilícito de menor cuantía (de tránsito por ejemplo) bajo los influjos del alcohol o por causa de la fatalidad, son condenados a purgar varios años de prisión, mientras los delincuentes de cuello blanco, pasean su impunidad por los grandes salones a pesar de haber defraudado al estado (es decir a usted, a mi y todo el pobrerío nacional) y hemos visto también como se retuercen las leyes y se hacen llover amparos para proteger bajo la sombra de la impunidad a muchos de los que medran en el ejercicio de nuestra encaitada política.

Con esos antecedentes, era lógico que prevaleciera en un elevado porcentaje de la población un altísimo pesimismo, respecto de la forma como fallarían nuestros máximos órganos de justicia en el caso de la pretendida candidatura de la señora Sandra Torres. Pero poco a poco se fueron generando señales de que esta vez no volvería a suceder lo que ocurrió hace años, cuando se permitió la participación del genocida con banda presidencial, ríos montt.

Primero fue la negativa a aceptar su inscripción como candidata por parte del Registro de Ciudadanos, luego la ratificación de ese fallo por el Tribunal Supremo Electoral, después la de la Suprema Corte de Justicia (por cierto esas palabras “Supremo” y “Suprema” como que suenan un poco huecas y sin sentido, no cree?) y como para poner la guinda del pastel o el clásico broche de oro (para usar un par de lugares comunes) el rotundo NO a esa pretensión, por parte de la Corte de Constitucionalidad, emitido por unanimidad.

Lo cierto es que, a final de cuentas, en todos los tonos y desde todos los sectores de la sociedad se ha dejado sentir el beneplácito de muchos guatemaltecos porque en este caso emblemático, se hizo prevalecer el sentido de lo justo y lo correcto. Por supuesto que este criterio no lo pueden compartir quienes piensan en linea con los postulados políticos del partido gobernante.

Pero analizando las cosas desde el punto de vista periodístico independiente, alejados de cualquier color ideológico y fuera de los sentimientos de afinidad o en contra que se puedan tener en este asunto en particular, creemos que lo fundamental fue que en última instancia, LA LEY SE CUMPLIÓ.

Y eso es positivo porque devuelve algo de la confianza ciudadana en la separación de poderes, y mas que todo en el imperio de la justicia, que anda tan de capa caída, en nuestra Cara Parens, que decía el poeta...

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