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Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala
Nací en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala, el 3 de enero de 1940 o sea que actualmente tengo la friolera de 76 años. Estudie la carrera magisterial, un poco de Periodismo y fui pre-graduado en Diplomacia ya que sólo me faltó para graduarme, el examen de idiomas, al que nunca me sometí. Ni modo. Hasta la llegada a la municipalidad luciana, del alcalde "amigo de todos, pero no de los intelectuales" me desempeñé como Coordinador Municipal de Cultura y en el área de comunicación social de mi pueblo, en lo relativo a redacción (porque como muchos saben, a causa de un cáncer de laringe, estoy privado del don del habla desde el año 2000). Pero también sigo escribiendo poesía, cuento y -desde agosto del año 2015 ya no sigo editando mi propio medio de comunicación, la Revista COTZUMALGUAPA, a la que le pusimos el apodo de "LA REVISTA DIFERENTE"-. Por lo demás, sigo pensando, escribiendo y actuando con definida inclinación de izquierda.

miércoles, 10 de marzo de 2010

¿DÓNDE QUEDA LA AUTORIDAD MORAL?

Escritor emergente: Luciano Calel Sotoj


En medio de la vorágine de acontecimientos –muchos de ellos evidentemente negativos- que se dan casi a diario en nuestra realidad nacional, es oportuno a veces hacer una reflexión, así sea breve y empírica como la nuestra, sobre algunos aspectos que a todos nos interesan, ya que tienen incidencia directa en la fortaleza o debilidad de nuestro Estado de Derecho.

En ese sentido, nos llama la atención la forma como algunas de nuestras autoridades se creen o se sienten ser superiores a la ley y les vale un soberano y serenado cacahuate el respeto y el cumplimiento de la misma.

Creen equivocadamente algunos de estos servidores públicos, que ostentar algún grado de autoridad es como portar una patente de corso para hacer lo que les venga en gana y que los demás, simples súbditos de sus "ilustradas" ocurrencias, simplemente debemos ver, oír y callar…
Pero no es así. De alguna manera les tenemos que hacer ver a estos señores que somos un pueblo digno y que como tal merecemos respeto.

Para el sano ejercicio de la autoridad no sólo hay que cumplir con el requisito formal de estar investido de ella; hay que tener los atributos necesarios para merecerla. Veamos, aunque sea un poco superficialmente, dos casos que en los últimos días han acaparado los titulares de la prensa nacional: uno, la del señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia que se fue a un viaje utilizando recursos públicos en forma fraudulenta porque sus viáticos eran pagados por el Organismo Internacional que lo invitó. Además se llevó al viaje con el pretexto de necesitar a una asistente, a su guapa secretaria de 23 o 24 años.

Al final de un estira y encoge legaloide, se le obligó simplemente a devolver parte del dinero malversado. ¿y ya con eso nuestra sociedad se dio por bien servida? Eso es lo malo: nuestra timorata forma de actuar. A ese señor se le debiera haber separado inmediatamente del cargo por inmoral. O de otra manera el mensaje que se le manda a los demás burócratas es que pueden hacer micos y pericos con la plata ajena, pues si no se les descubren sus transas se pueden quedar felices y tranquilos y si acaso se les descubren, no hay problema, devuelven una parte y a otra casa mariposa. Y lo bailado ya nadie se los quita…

Y el otro caso es el del señor ministro Malvenido Marioneta, que para ocultar los datos del manejo de los fondos de Mifapro (que en honor a su buen nombre debieran ser TRANSPARENTEMENTE UTILIZADOS Y ABSOLUTAMENTE FISCALIZABLES) llegó al extremo de desacatar las órdenes de las máximas instancias judiciales y administrativas del país.
Al momento de escribir esta nota, el caso de este señor, que es la máxima autoridad en la EDUCACIÓN de nuestro pueblo, tomó el rumbo previsto en nuestro ordenamiento jurídico: se pidió por parte de la diputada Montenegro, SU INMEDIATA DESTITUCIÓN. No sabemos en que vaya a parar todo el sainete.

Pero de cualquier forma el mal está hecho: se dio el mensaje a todos los maestros y a todos los alumnos, por parte de la máxima autoridad (repito) educativa, de que como alguien dijo en una fase que se ha hecho célebre, "la crítica viene del norte…"

O sea en Guatemala se pueden desobedecer impunemente las ordenes así sean emanadas de las mas altas instancias. La pregunta final es la misma frase que utilizamos para el acápite: ¿DÓNDE QUEDA LA AUTORIDAD MORAL?

N. de la R. Antes de enviar a prensas nuestra edición, fue destituido el ex ministro Bienvenido Argueta, por orden emanada de la Corte de Constitucionalidad (CC) que fue acatada por el Organismo Ejecutivo.

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