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Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala
Nací en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala, el 3 de enero de 1940 o sea que actualmente tengo la friolera de 76 años. Estudie la carrera magisterial, un poco de Periodismo y fui pre-graduado en Diplomacia ya que sólo me faltó para graduarme, el examen de idiomas, al que nunca me sometí. Ni modo. Hasta la llegada a la municipalidad luciana, del alcalde "amigo de todos, pero no de los intelectuales" me desempeñé como Coordinador Municipal de Cultura y en el área de comunicación social de mi pueblo, en lo relativo a redacción (porque como muchos saben, a causa de un cáncer de laringe, estoy privado del don del habla desde el año 2000). Pero también sigo escribiendo poesía, cuento y -desde agosto del año 2015 ya no sigo editando mi propio medio de comunicación, la Revista COTZUMALGUAPA, a la que le pusimos el apodo de "LA REVISTA DIFERENTE"-. Por lo demás, sigo pensando, escribiendo y actuando con definida inclinación de izquierda.

miércoles, 8 de junio de 2011

A VUELO DE PAJARO

PUBLICADO EN LA REVISTA COTZUMALGUAPA, DE MAYO DE 2011.


No cabe duda que en Guatemala estamos jodidos todos ustedes. Resulta que aquí tuvimos una guerra interna durante 36 años. Y en esos largos años hubo un montón de masacres cometidas por parte de nuestro “glorioso” Ejército Nacional. Claro que durante ese conflicto, también hubo algunas acciones similares que por allí deben estar documentadas, por parte del ejército irregular, (el de los guerrilleros) y todo mundo ha estado de acuerdo en que se debería juzgar a quienes cometieron esos delitos de “lesa humanidad” como doctamente se dice, cuando se quiere señalar la gravedad de esos crímenes. Pero aunque todos conocemos los nombres de los autores de tales fechorías, nunca se ha podido llevar ante los tribunales a esos malandrines. Antes bien los hemos tenido (y aún los tenemos) en algunos puestos de mando de nuestra nación.

Ahora, en este gobierno, también hay algunos que cuando estuvieron en el otro bando en disputa, fueron autores intelectuales o materiales de algunos de esos crímenes, pero nuestra sociedad se contenta con decir que “algunos de esos peludos” son parte del gobierno. Igual que el general chusema que se pavonea en el congreso y un montón de los generales y coroneles de esos años viven cachetonamente la vida sin remordimientos y sin que la espada de doña justicia les alcance… al cabo que la pobre dama esa, tiene los ojos vendados…

Pero como contraparte, aquí nomas a la vuelta de la esquina, vemos que los amigos guanacos están llevando a los tribunales a un montón de sus militares que estuvieron involucrados en la muerte de unas respetables monjas y de otros civiles, en un caso que en aquel momento llenó de indignación a las mentes pensantes y éticamente respetables del mundo. Aquí, los militares mataron a un montón de sacerdotes. Y parte sin novedad. Voy a nombrar de memoria, a algunos de esos hermanos religiosos que fueron martirizados por su compromiso preferencial por los pobres: Guillermo Woods, Hermógenes López, Walter Woordekeres. Los nombres eran muchos mas pero en este momento no acuden a mi memoria.

Durante nuestros años mas o menos juveniles, cuando simpatizamos abiertamente con las luchas populares, personas cercanas a nuestro afecto nos decían que no expresáramos nuestra opinión contra el ejército porque eso era muy peligroso. Pero siempre dijimos que nosotros no estábamos contra el ejército de una manera sistemática. Y aclarábamos: sentíamos sincera admiración por algunos altos jefes militares como, Lázaro Cárdenas, Omar Torrijos, o Velazco Alvarado. Pero no podíamos sentir esa misma admiración por Arana Osorio, Lucas García o Rios Mont…

(Y al mencionar a Velazco Alvarado nos metemos de lleno a pensar en nuestros hermanos peruanos que ahora están en el dilema de optar para la presidencia por (la hija de un corrupto) Keiko Fujimori o por Ollanta Humala (un izquierdista nacionalista al que muchos le temen por su cercanía ideológica con Hugo Chávez). Nosotros deseamos sinceramente que gane la elección el señor Ollanta, pero no podemos aventurar un pronóstico ya que los sondeos de opinión por todos lados apuntan a un empate técnico que será resuelto por los indecisos. Cuando usted tenga en su poder este ejemplar ya se sabrá de qué lado mascó la iguana o de qué color pinta el verde....

¡Cómo admiramos a ese enorme pueblo peruano! No sólo por sus grandes escritores que van desde Santos Chocano hasta Vargas Llosa. No sólo por sus antepasados que van desde Huáscar, Mama Ocllo, Atahualpa o Túpac Amaru y sus logros como herederos de una civilización tan grande como la azteca o la maya. Y cómo no mencionar a la enorme luchadora social de los años 70, la archivaliente Domitila Chungara… aquella humilde trabajadora minera, que ante las encopetadas damas de la elite mundial en un congreso feminista en México, alzó su robusta humanidad y empezó un memorable discurso diciendo: “si mi permiten hablar…” y hablando de las injusticias del sistema y de su trabajo como dirigente obrera de los mineros peruanos, terminó dejando calladas a las grandes oradoras que llevaban escritos unos sesudos y pomposos discursos…

Y para terminar como ya anduve de metiche en muchos temas de política internacional, remataré haciendo un nuevo requiescat in pace por nuestro alicaído futbol. Después que la sub 20 de Panamá desnudara las limitaciones de nuestros flamantes muchachos mundialistas y Venezuela colocara en su nivel a nuestra “flamante” esperanza azul y blanco de las ligas mayores del futbol, no nos queda mas que volver a decir: conformémonos con seguir viendo nuestro mediocre futbol en las competiciones locales, donde cremas y rojos hacen que el respetable se llene de optimismo y a veces de furia irracional, en las finales de siempre… ni modo.

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