LA PALMERA DE JADE

Carlos Barranco R.

Anticipo una disculpa a mis tres o cuatro lectores por este artículo, que puede tomarse como muestra de una inmodestia superlativa. Ya que voy a referirme a un reconocimiento que me fue entregado el martes 28 de junio por altas autoridades del Ministerio de Cultura (La viceministra del Ramo, fue la encargada de entregármelo en representación de las autoridades del Centro Cultural de Escuintla y del propio Ministerio)

Se trata del galardón denominado LA PALMERA DE JADE. Que se instituyó por medio del Acuerdo Ministerial 474-2007 y que consiste en la representación de una palmera esculpida en jade, ese material que se consideraba de mayor valor para nuestros antepasados prehispánicos, quienes lo estimaban mucho que al oro, no solo por su belleza sino también por su dureza ya que se afirma que sólo es superado en ese aspecto por el diamante.

El galardón se entrega anualmente –según se dijo- a quienes destacan a nivel departamental por su trabajo en pro de la cultura. Esto puede ser en una o varias de las bellas artes, o en la literatura, o en el trabajo por el impulso a las manifestaciones culturales. Este año fueron propuestas siete personas de varios municipios de Escuintla. Y un jurado calificador idóneo fue el encargado de determinar a quien se le entregaría. Fue una agradable sorpresa haber recibido oportunamente esa notificación.

Debo confesar aquí lo que también afirmé en el acto solemne en que se me concedió esta distinción superlativa: Desde hace más de cuarenta años he puesto lo mejor de mis empeños para fomentar cualquier aspecto de la cultura en mi pueblo. Y no lo he realizado jamás buscando reconocimientos, ni granjerías. Sino porque esa ha sido mi orientación desde siempre. Pero ello no impide que cuando ocasionalmente se recibe algún reconocimiento al trabajo realizado, se agradezca desde lo más profundo del sentimiento. Y se contraiga al mismo tiempo el compromiso renovado de seguir en la brega todo el tiempo que el Gran Arquitecto del Universo nos lo permita.

Se dijo ese día que para otorgarme ese galardón, se tomó en cuenta mi carrera periodística iniciada en 1971, mi producción literaria que se concreta en más de 35 premios en concursos de poesía y cuento a nivel nacional, en la edición de cinco libros de poesía y uno de prosa, en la iniciativa con que he fundado varias instancias culturales en Santa Lucía Cotzumalguapa, así como la planificación, promoción y realización de una gran cantidad de actividades y proyectos de orden cultural que se realizan actualmente en mi pueblo y en los que he logrado captar el apoyo de una gran cantidad de amigos y paisanos, sin cuya ayuda, me habría sido mucho mas difícil concretar lo realizado.

Por modestia, no los menciono. Pero hay en nuestra comunidad varias personas que conocen muchas de esas iniciativas que yo ya no promuevo, pero que por su importancia se han institucionalizado y actualmente son otras las personas se encargan de continuarlas vigentes, para bien de mi querido terruño.

Entrego aquí –para finalizar- la mas elevada expresión de mi agradecimiento a quienes me hayan propuesto para alcanzar este galardón. Así como a mis familiares que, presentes o ausentes, festejaron solidarios este acontecimiento y a todos los amigos y compañeros (tanto de trabajo como de inquietudes literarias) que manifestaron su complacencia por que se me haya entregado dicho reconocimiento.