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Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala
Nací en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala, el 3 de enero de 1940 o sea que actualmente tengo la friolera de 76 años. Estudie la carrera magisterial, un poco de Periodismo y fui pre-graduado en Diplomacia ya que sólo me faltó para graduarme, el examen de idiomas, al que nunca me sometí. Ni modo. Hasta la llegada a la municipalidad luciana, del alcalde "amigo de todos, pero no de los intelectuales" me desempeñé como Coordinador Municipal de Cultura y en el área de comunicación social de mi pueblo, en lo relativo a redacción (porque como muchos saben, a causa de un cáncer de laringe, estoy privado del don del habla desde el año 2000). Pero también sigo escribiendo poesía, cuento y -desde agosto del año 2015 ya no sigo editando mi propio medio de comunicación, la Revista COTZUMALGUAPA, a la que le pusimos el apodo de "LA REVISTA DIFERENTE"-. Por lo demás, sigo pensando, escribiendo y actuando con definida inclinación de izquierda.

martes, 13 de marzo de 2012

UN PROBLEMA DE MUCHOS AÑOS (Y MUCHOS ALCALDES)

CARLOS BARRANCO R.


Este comentario, no lo vaya usted a tomar a mal. Ni con el hígado. Resulta que la casi totalidad de nuestras autoridades municipales, han adolecido de una (para mi, conste) grave falla. Entre todos sus colaboradores les ha faltado desde siempre nombrar a una persona que se desempeñe como su secretario (o secretaria, que para el caso da igual)y que sea esa persona quien les lleve la correspondencia, digámosle así, mas personal...

Resulta que muchos vecinos, para evitar ir a robarles unos cinco o diez minutos a las ocupadísimas autoridades, optamos por dirigirnos a ellos por medio de una carta, que puede ser enviada al propio alcalde cuando así lo permita el tema a tratar o de plano al Concejo, cuando así lo amerite o aconseje la prudencia...

El caso es que nuestros alcaldes, no tienen todo el tiempo del mundo para andar dando respuesta a las peticiones que se les hacen por esos y otros canales, y en el trajín diario se les termina por olvidar darle una cumplida y educada respuesta a quienes a ellos se han dirigido. Y eso además de dejar muy mal parada la educación de unos y otros, deja un mal sabor de boca en quienes han considerado que debe haber siempre una buena comunicación entre gobernantes y gobernados. Tan sencillo que resulta enviar una carta diciendo:" Leí su opinión y lo siento mucho pero está Ud. equivocado..." o algo por el estilo.

Sale a relucir todo lo anterior porque nosotros (Yo, en particular) hemos dirigido en estos dos primeros meses de trabajo, cuatro comunicaciones al señor Rolando Guzmán, y aunque es nuestro amigo (nuestro y de todos, según siempre afirmó)no se ha dignado darle respuesta a ninguna de nuestras cartas.

De todas ellas la que mas nos inquieta es la relativa a la celebración de los 150 años de la fundación de las escuelas oficiales de varones y de niñas, acto para el cual se nos ocurrió que se les podría imponer por parte del gobierno central la máxima condecoración que otorga nuestro estado: La Orden del Quetzal, en el grado que corresponda.

A ver si de alguna forma, esta nota la lee por casualidad alguno de sus cercanos colaboradores y se lo cuenta a don Rolando y él en correspondencia, ya sabiéndolo (el mero mero, pues)se dignara darnos alguna respuesta.

Si no lo hace, ni modo, nosotros ya cumplimos con el imperativo que nos mandaba nuestra lucianidad y quedará en otras manos la responsabilidad de colocar a nuestro pueblo en el lugar que le corresponde, por historia, por progreso y por buscar desde siempre el desarrollo.

Salud.

1 comentario:

Carlos Omar Barranco dijo...

De madrugada te leo y me lleno de orgullo. La letra viva de tu crónica urbana debería ser cachetada para ese alcalde sordo. A ver a qué horas despierta ese sistema, antes adormecido por la dictadura militar, y ahora, sonámbulo (camina pero sigue dormido) civil, mal llegado al gobierno.