Once años de la revista "Cotzumalguapa"

LISANDRO ESTRADA CONDE:

Fue en el mes de mayo de 2001 que nació a la vida pública NUESTRA revista COTZUMALGUAPA. Y escribí en mayúsculas NUESTRA, porque espiritual e intelectualmente nos consideramos -con toda humildad eso si- como parte integral del trio de quijotes que, sorteando muchos obstáculos la hemos mantenido a flote durante estos ya largos once años.

Hemos estado acompañados siempre por Carlos Barranco Rodríguez y Rafael Santos Jurado, dos buenos lucianos que no han cejado en su empeño por mantenerla viva, poniendo todo su esfuerzo y empeño para que todos los meses (salvo cuando se nos atrancan las carretas) salga a luz pública este sencillo pero bien parado órgano de expresión del pensamiento para decir con valentía, verticalidad, firmeza y sinceridad nuestra forma de pensar y actuar respecto del quehacer local y nacional. (Por supuesto contando con el apoyo de otros valiosos paisanos escritores)

En este aspecto, siempre hemos mantenido una línea de conducta editorial, imparcial e independiente, para abordar y enfocar diferentes temas de índole municipal y nacional, señalando errores y aciertos, y manejos oscuros o transparentes de altos o bajos funcionarios.

Divulgar opiniones a través de cualquier medio de comunicación no es fácil. Sobre todo cuando se vive en un clima de violencia y carencia de una verdadera autoridad que corrija en todo tiempo y lugar la difícil situación que se vive en nuestro medio desde hace ya sus buenos años.

Esa carencia de autoridad para cumplir los postulados democráticos que las circunstancias exigen, hace que todos vivamos en una situación precaria y allí es más peligroso desempeñar una labor periodística como la que aquí realizamos.

Es por ello que en esta oportunidad damos gracias a Dios por permitirnos poder celebrar (aunque solo sea teóricamente) este feliz aniversario y al mismo tiempo le pidamos que nos permita la fuerza y la capacidad para poder seguir adelante y cumplir con la misión que nos hemos fijado: servir a nuestro pueblo y a nuestros paisanos lucianos, aunque sea en mínima parte, ofreciéndoles el aporte de nuestro pensamiento.

Gracias a los pocos pero buenos amigos que con sus anuncios nos ayudan a editar esta revista, (obviamente no vivimos de ella) porque nuestro único fin es mantener muy en alto el nombre del pueblo que nos abrió sus brazos con amor y cariño. Gracias, sinceramente.


CARLOS BARRANCO R.

No cabe duda que es gratificante cuando uno tiene la oportunidad de volver la vista atrás y puede constatar que las huellas de sus pasos no se han apartado del rumbo trazado inicialmente. Y eso es lo que nos llena de satisfacción cuando estamos cumpliendo once años de luchar para poder mantener a flote una empresa (que de empresa sólo tiene el nombre) periodística, como la casa matriz de la Revista Cotzumalguapa, organizada alrededor de una visión desinteresada y me aviento la osadía de afirmar que muy cercana al quijotismo idealista de los que hacen del periodismo no una profesión sino un apostolado.

No quiero significar con lo anterior que los que aquí nos dedicamos a emborronar páginas, tengamos auras de apóstoles. Sólo somos, en realidad, un grupo de amigos que desde hace muchos años, dedicamos parte de nuestros ocios a exponer con letras de imprenta, nuestras personales visiones de la realidad nacional o municipal. A veces acertamos en nuestros criterios y otras -muchas, quizá- nos pifiamos en nuestras propuestas. Pero lo que sí es indudable, es que siempre las hacemos de buena fe. De frente. Sin dobleces, ni con interesados motivos.

Muchas veces nuestras opiniones han molestado a más de alguno que se ha tomado muy en serio su propia capacidad y que por lo mismo, piensa que son infalibles sus concepciones de la realidad (aunque a veces ande bateando, como dicen los muchachos). Lamentablemente, eso suele suceder con mucha frecuencia entre aquellos que por un golpe de suerte, por haberse arrimado a la buena sombra de un buen árbol, o porque tuvieron el indudable padrinazgo del poderoso caballero que según uno de los clásicos españoles era "don dinero", han accedido a alguna instancia (no importa que tan liliputiense esta sea) de poder… Pero ni modo, a ellos los tenemos que soportar el tiempo que les duren sus "cinco minutos de fama" y ya si nuestra forma de matar pulgas no es de su agrado, debemos sugerirles y sugerirnos una elevada dosis de tolerancia en benefcio de la convivencia pacìfica...

En fin: hoy, de lo que se trata, es de destacar que contra viento y marea, y gracias eso sí, a la ayuda financiera que un selecto grupo de nuestros amigos nos han proporcionado, estamos cumpliendo once años de editar "La Revista diferente"…