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Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala
Nací en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala, el 3 de enero de 1940 o sea que actualmente tengo la friolera de 76 años. Estudie la carrera magisterial, un poco de Periodismo y fui pre-graduado en Diplomacia ya que sólo me faltó para graduarme, el examen de idiomas, al que nunca me sometí. Ni modo. Hasta la llegada a la municipalidad luciana, del alcalde "amigo de todos, pero no de los intelectuales" me desempeñé como Coordinador Municipal de Cultura y en el área de comunicación social de mi pueblo, en lo relativo a redacción (porque como muchos saben, a causa de un cáncer de laringe, estoy privado del don del habla desde el año 2000). Pero también sigo escribiendo poesía, cuento y -desde agosto del año 2015 ya no sigo editando mi propio medio de comunicación, la Revista COTZUMALGUAPA, a la que le pusimos el apodo de "LA REVISTA DIFERENTE"-. Por lo demás, sigo pensando, escribiendo y actuando con definida inclinación de izquierda.

jueves, 10 de junio de 2010

DESPUES DE UN AÑO

Escritor invitado: Luis Rudy Xalín.

Después de un año fuera de mi amada Guatemala, es tanta la nostalgia que me hace suspirar sin querer, y a veces, una que otra lágrima escurridiza se me escapa desde la profundidad del sentimiento mío… (Parece prosa poética, verdad). ¿Cuántos sucesos han pasado? Nos hemos hecho 12 meses más viejos. El tiempo se nos escurre como agua entre las manos. Al mar ha llegado inmensa cantidad del vital líquido...

Y yo después de guardar la pluma un tiempo, mas no los deseos de escribir, ya tengo los medios necesarios para regresar al ajetreo de la escritura. Escribiendo frente a la laptop siento que estar lejos de la patria es melancólico, quienes ya han estado o se encuentran lejos, en otra nación, bajo otra bandera, por diferentes razones, saben y comprenden lo que trato de explicar. Aunque no existan palabras para hacerlo.

¡Cómo extraño a mi Santa Lucía Cotzumalguapa!, también al lugar donde arrastré el cordón umbilical, El Cajón: a mis seres queridos, a mi gente, a los cañaverales, a las milpas, a sus ríos, a la tranquilidad del área rural, a los singulares cantos de los pájaros…

Hace un almanaque, decidí dejarlo todo y viajar a otro país cargando con dos maletas, en una empaqué todos mis sueños, y en la otra, eché muchos recuerdos de mi vida y lágrimas amargas. Fue triste darles el "hasta pronto" a mis seres queridos. ¡Caramba, lo que se tiene que vivir para buscar la superación personal y familiar! La migración de un lugar a otro, de una nación a otra, de un continente a otro, se ha dado siempre por todo el planeta. Es parte del desarrollo de la humanidad y, a veces creo, de la vida misma.

Esto implica comenzar de cero, pues es lógico ya que se empieza a convivir en otro ambiente y a miles de kilómetros del terruño. Hay que lidiar con el fenómeno de la adaptación y otros factores como el clima. Eso sí, a sudar la camisa, siempre y cuando se tenga chamba. A pesar de que la crisis económica afecta a muchos países del globo terráqueo y que muchas personas han perdido sus trabajos, he logrado acomodarme en este país.

Sin embargo, gracias a los avances de la tecnología, estoy lejos, pero no ausente del todo. Por medio del maravilloso internet leo el interesante blog "Lucianotas" de Carlos (Barranco).

Desde este espacio hago público mi agradecimiento y felicitación por tener ese espacio que es como una ventana para enterarse del acontecer Luciano. Si más personas publicaran notas, información, fotos y videos por la red, referente a nuestro pueblo que fue bautizado como "La capital mundial de la alegría", fuera excelente para los que nos encontramos trabajando en el extranjero. Pero no, son contados con los dedos de la mano. A muchos no les interesa lo que sucede al rededor, mucho menos si no les afecta directamente, no obstante a mí en lo personal, sí. Como dijo alguien, la miel no es para los co…nejos.

Ahora, después de que mi bolígrafo ha tomado unas vacaciones, por así decirlo, regreso a la "revista Diferente" con muchas ganas de comentar, opinar o meter las narices donde no debo, sobre diferentes temas que me parezcan interesantes. Quizás enfocaré los asuntos de otro ángulo. Desde que salió a la luz mi primera publicación, cuando tenía 17 años, no he dejado la terquedad de escribir, de exponer a la opinión pública mi pensamiento escrito.

Y como ya le pedí luz verde al editor, estaré otra vez publicando mis artículos, si quieren llamarles así a mis inquietos enjambres de letras. Por ende, levanto la mano, las dos si amerita el caso para pedir su atención amables lectores, y comprometerme a que desde este prefacio, si es la voluntad de Dios, aquí me tendrán "de vez en mes". Tienen mi palabra.

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