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Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala
Nací en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala, el 3 de enero de 1940 o sea que actualmente tengo la friolera de 76 años. Estudie la carrera magisterial, un poco de Periodismo y fui pre-graduado en Diplomacia ya que sólo me faltó para graduarme, el examen de idiomas, al que nunca me sometí. Ni modo. Hasta la llegada a la municipalidad luciana, del alcalde "amigo de todos, pero no de los intelectuales" me desempeñé como Coordinador Municipal de Cultura y en el área de comunicación social de mi pueblo, en lo relativo a redacción (porque como muchos saben, a causa de un cáncer de laringe, estoy privado del don del habla desde el año 2000). Pero también sigo escribiendo poesía, cuento y -desde agosto del año 2015 ya no sigo editando mi propio medio de comunicación, la Revista COTZUMALGUAPA, a la que le pusimos el apodo de "LA REVISTA DIFERENTE"-. Por lo demás, sigo pensando, escribiendo y actuando con definida inclinación de izquierda.

lunes, 3 de octubre de 2011

ASI VIMOS LAS ELECCIONES

(Comentarios de editorialistas de COTZUMALGUAPA, "La revista diferente"

JAIME CASTELLANOS

Para mí, terminaron las alegres elecciones en su primera vuelta, donde la mayoría de guatemaltecos demostraron su patriotismo, su amor y su querencia por la tierra en que nacieron, quizás con la verdadera ilusión de ver un cambio en el panorama político de nuestra nación aunque sea gradual y paulatino. Muchos chapines asistimos a las urnas con la intención nomás de hacer evanescer un poco ese jinete apocalíptico que tanto daño ha provocado en infinidad de familias: La violencia; y con el deseo vehemente de que nuestra voluntad y nuestros derechos sean respetados en el marco de la ley, porque realmente odiamos la violencia en todas sus manifestaciones.
Hubo evidentemente, otros factores o razones que incidieron en el desfogue y tenacidad de los compatriotas para asistir y saturar las mesas de votación con su ánimo y presencia, y es que situaciones específicas como el desempleo, la insalubridad, la falta de un techo propio, como que son motivos poderosos que empujan a la gente a buscar con urgencia la solución a sus ingentes necesidades, a través de una nueva organización del estado y mediante la emisión del sufragio, por eso, todos se merecen un aplauso y una felicitación. Me parece, que hay dos rangos bien definidos de votantes, los honestos, que dieron su consentimiento confiando en que el estado puede ser administrado con un poco más de transparencia, con menos corrupción y pensando en el país de la Eterna Primavera; la otra corriente de sufragantes es la que da vergüenza, porque vendieron su voto por un regalito miserable, en especie o en efectivo, corrompiendo su propia voluntad y manchando de pudrición su patrimonial conciencia; por eso pienso, que falta en Guatemala más moralidad y cultura cívica, al respecto.
En cuanto a los partidos políticos, tuvimos para escoger varias opciones, algunos presentaron proyectos de carácter colectivo que parecían muy interesantes, pero que obviamente era difícil de llevarlos a la práctica por la escasa liquidez de la economía nacional; otros en cambio, ofrecían programas sociales muy buenos, pero que sólo beneficiaban a un sector de la población, provocando con ello el rechazo y el recelo de otras porciones poderosas, hablando de la plebe.
Refiriéndome a los contendientes políticos, en algunos de ellos, tal vez sólo fue su ambición de mejorar económicamente lo que los hizo desfilar como aspirantes a los más altos cargos de Guatemala, particularmente les reconozco que tuvieron la gallardía de hacerlo. Sin embargo, uno o dos, se subieron al escenario electoral enarbolando una bandera que quizás representaba una invisible obsesión, de trabajar con orden y transparencia en busca de un beneficio comunitario, el cual no fue estimado. Creo, que a ellos les habrá quedado en su recuerdo, en su corazón y en su alma, la satisfacción enorme de que sus sueños fueron honestos y decorosos ante los ojos de Dios; aunque han de saber, que el mundo no se acaba mañana, que cuatro años no son cuatro siglos, y quien sabe si vale la pena esperar. Pienso, que a los candidatos que ahora no ganaron, les volverán a renacer las esperanzas y se llenarán de nuevos anhelos, y que de pronto, en menos de 40 meses van a ser una nueva opción electoral; mientras tanto, hay que esforzarse por llevar una vida ejemplar dentro de la sociedad, porque es la sociedad la que se convierte en juez y jurado.

CARLOS BARRANCO R.

Vea usted: lo primero que se me ocurre cuando se trata de comentar como ví el proceso electorero 2011, es que ha sido una verdadera porquería. En primer lugar la violencia. Hubo una serie de actos violentos directamente conectados con el proceso. Algunos de los cuales finalizaron en tragedia. Como es el caso de aquel candidato a la alcaldía de un pueblo oriental que fue acusado de haber intervenido en la desaparición física de dos de sus contendientes y luego simuló un ataque contra él mismo con la aviesa intención de que no se le fuera a señalar como instigador de los mismos. Y así como ese, otros hechos que costaron la vida a algunos guatemaltecos de bien. Por otra parte, la cosa esa del irrespeto a los lineamientos del TSE que marca tiempos para el inicio de las actividades de proselitismo y que nadie respetó. Igual cosa ocurrió con los llamados techos máximos de gasto en las campañas. Todos los partidos se gastan un dineral insultante en promover a sus candidatos y simplemente se pasan por el arco del triunfo los llamados de atención de la sociedad civil o de las autoridades electorales. Y cuando dan cifras se limitan a contar lo que ellos quieren. Y sólo se concretan a lo que gastan ellos como partido y a nivel de la capital, pero ignoran o fingen ignorar las grandes cantidades de dinero que se usan en las campañas de los poderes locales (léase alcaldías) y de todo eso no se lleva una confiable contabilidad que se deba sumar a las cantidades que se gastan a nivel de la dirigencia nacional.
Y luego está la cosa de los financistas de campaña. Eso es algo que también llora sangre. Nadie dice sus fuentes de financiamiento aduciendo que el clima de inseguridad que priva en todo el país no lo hace aconsejable, porque si los delincuentes supieran que don fulano regaló a determinado partido tal cantidad de plata, lo iban a poner en la lista de los futuros extorsionables. Pero ¿de qué tamaño creen estos señores que es la inteligencia de los chapines? ¿Será que nos creen brutos de solemnidad? Los delincuentes, en todos los pueblos saben perfectamente quiénes son las personas que tienen capacidad de pagar una extorsión, sin necesidad de que sean o no financistas de determinados partidos. Todos saben en todos los pueblos y ciudades quiénes son los que tienen el billete mas grande. Así que esa no es una excusa válida.
Y para poner punto final a este tema tan penoso: lo de la contaminación auditiva y visual. Todavía hay algunas paredes pintadas con nombres de la campaña de hace cuatro (y el colmo, de hace ocho años) y los señores candidatos que se dieron el lujo de meternos su nombre hasta en la sopa, no se dignan devolver a la ciudad el ornato que le robaron en aras de una candidatura que obviamente no cuajó. Así que ese sería el colofón de esto que llamé una porquería de evento. (Independientemente de quien o quienes hayan sido los ungidos por el triunfo). La basura electoral que tenemos que soportar los vecinos y que desgraciadamente no es algo exclusivo de esta campaña: como dije, ese en un dolor de hu…muelas que los pueblos vienen soportando por lo menos desde hace 25 años… aunque hay que reconocer que antes del inicio de la era “democrática” también se sufrían muchos de esos inconvenientes, con la salvedad de que antes, siempre terminaba siendo colocado en el lugar codiciado, el nombre o los nombres que tenían la previa bendición de los militares de turno en el poder… habremos adelantado algo?, dígalo usted por favor…

LISANDRO ESTRADA CONDE

Bueno… para los medios de comunicación, radiales, escritos y televisivos, fue un gran negocio.
Además para los cientos de ciudadanos y ciudadanas que acudían a cada concentración, no para ver y oír a los candidatos, sino para disfrutar de un rato de buena música, de digerir un refrigerio, tomarse un agua, un refresco, recibir una playera, una gorra, poder llevarse un regalo de los que rifaban y hasta algunos quetzalitos que bien les caían para la ocasión, tomando el pelo a los interesados políticos que ingenuamente pensaban que contaban con un buen capital político para satisfacer sus fines de ocupar puestos importantes en la administración pública.
Y así mirábamos domingo a domingo el ir y venir de montones de ciudadanos que se aglomeraban en calles y avenidas para dizque escuchar los mensajes llenos de buenas intenciones y loables propósitos de los candidatos, que en su afán de conseguir sus mezquinos propósitos ofrecían hasta la mujer (claro que en eso estoy exagerando un poquito).
En cuanto a los presidenciables, no había ni hay (para una segunda vuelta) opciones viables, pues en realidad no hay de dónde escoger.
Las posturas y los planteamientos de los finalistas no convencen y menos a nosotros que ya somos viejos lobos en estos asuntos de la política doméstica y que a lo largo de muchos años hemos visto a varios muertos acarrear basura, a estas alturas ya no nos va a poder dar atolito con el dedo.
El patojo Manuel Baldizón, que gracias a la madre soltera Sandra Torres pudo llegar al final al segundo lugar (porque ya todos los de la Gana y la UNE votaron por él), anda ofreciendo un montón de babosadas que ni él se las cree, porque por ejemplo, eso de que hay delincuencia porque hay pobreza es una gran mentira, ¿acaso el pollo ronco es pobre? y está zampado en el bote por ladrón.
Y de la misma manera hay muchos funcionarios y compatriotas particulares que están hartos de pisto y sin embargo siguen robando, por lo tanto eso de la pobreza y la delincuencia no es sino demagogia barata y si él llegara a ganar iba a ser mas de lo mismo, porque este jovencito tiene las mismas mañas del actual gobernante, toda vez que ha sido parte del mismo equipo.

A mi juicio Pérez Molina podría ser más serio en su política administrativa y quizá hasta haría un mejor gobierno que el actual, sin embargo yo no votaré por ninguno de los dos, porque al final será tu misma plor ploriada. Veremos, dijo un ciego.

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