CARLOS BARRANCO R.
Todo el mundo (cuando afirmo “todo el mundo”, me refiero por supuesto a todo el mundo de mis cuatro lectores) sabe que la feria navideña de mi pueblo, se realiza entre los días que van del 16 al 26 o 27 de diciembre. (Antes, la fecha era fija: del 22 al 27… pero ya ve usted a lo que nos obliga la globalización…)
Así que el domingo 26 se dio el banderazo de llegada. Y el evento del cierre fue la extraordinaria fiesta denominada “BAILE DE LOS CUARENTA” Un pachangón que en sus orígenes estaba dedicado alas personas que tenían mas de la cuarentena de años. Y que ahora se ha abierto a toda la gente que desee asistir, con la única condicionante de vestir estricto traje de gala, esto es, traje completo y corbata, los hombres y vestido de noche o de gala las damas.
Pues, le cuento que la noche del 26 la fiesta estuvo esplendorosa. Un salón social municipal sencillamente abarrotado. Una pista donde había que danzar con cuidado para no atropellar a los vecinos. Unas mesas muy bien adornadas. Una luminosidad y una decoración del salón, de primer orden. Y los bailadores soportando con encomiable actitud el calor tropical de nuestro terruño (salvo uno o dos rebeldes a respetar la tradición que a eso de la una de la mañana se atrevieron a danzar en mangas de camisa), pero todo transcurrió en un ambiente acorde con la tradicional alegría y cordialidad de los lucianos.
Un día antes, las carreras de caballos volvieron a ser casi tan emocionantes como las de los mejores tiempos del hipismo luciano. Hubo una concurrencia extraordinaria. No hubo actos de violencia como los que se han tenido que lamentar en años anteriores.
Y pese a que nuestra región ya no es como antes, eminentemente ganadera, se lograron realizar casi todas las carreras con desafíos de por lo menos tres ejemplares. Sólo hubo un par de carreras parejeras. Y eso ya es un avance en el camino correcto. El respetable, llenó a cabalidad los diferentes espacios de las tribunas. Y hubo una considerable cantidad de aficionados colocados a nivel de pista. Lo único lamentable (y en eso deberán trabajar mucho los organizadores de las futuras temporadas) fue que mucha gente se olvidó de la prudencia y prácticamente invadió una parte considerable de los carriles cercanos al área del partidor, con lo que no sólo se expusieron a sufrir algún percance, sino también pusieron en peligro al espectáculo y lo que es mas importante, la integridad y hasta la vida de los jinetes o de las nobles bestias. Así que a esas idem hay que llamarlas al orden en años venideros. Mas vale prevenir…
Y para no ser menos, los señores comerciantes tuvieron una asistencia increíble de público los días anteriores. Los días 24 y 25 casi no se podía caminar en las calles y callejones de la feria. Qué bueno, por toda esa gente que con sus ventas, sus juegos, sus espectáculos, viene a ganarse la vida y que le ponen el toque y el ambiente de alegría a nuestra festividad titular.
Así que si usted no tuvo tiempo para estar en nuestra Capital mundial de la Alegría este año en su feria navideña, para el año entrante vaya haciendo con tiempo sus planes y véngase, aquí lo esperamos (si Dios nos presta vida) con la nunca desmentida hospitalidad luciana.
(Nota muy personal: alguien me robo la privacidad de la cuenta cbarrancor@hotmail.com. Por eso me tuve que cambiar a calbarranco@yahoo.com y por eso mismo, si le llega algún correo con mi cuenta anterior, no lo abra. Casi siempre le enviarán mensajes para venderle alguna basura.
Gracias por su atención.
Datos personales
- Carlos Barranco R.
- Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala
- Nací en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala, el 3 de enero de 1940 o sea que actualmente tengo la friolera de 76 años. Estudie la carrera magisterial, un poco de Periodismo y fui pre-graduado en Diplomacia ya que sólo me faltó para graduarme, el examen de idiomas, al que nunca me sometí. Ni modo. Hasta la llegada a la municipalidad luciana, del alcalde "amigo de todos, pero no de los intelectuales" me desempeñé como Coordinador Municipal de Cultura y en el área de comunicación social de mi pueblo, en lo relativo a redacción (porque como muchos saben, a causa de un cáncer de laringe, estoy privado del don del habla desde el año 2000). Pero también sigo escribiendo poesía, cuento y -desde agosto del año 2015 ya no sigo editando mi propio medio de comunicación, la Revista COTZUMALGUAPA, a la que le pusimos el apodo de "LA REVISTA DIFERENTE"-. Por lo demás, sigo pensando, escribiendo y actuando con definida inclinación de izquierda.
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