Colaboración de Jaime Castellanos. Columnista de la Revista Cotzumalguapa.
Para mí, la patria es donde respiro, trabajo, escribo y pienso; es donde conozco problemas de otras gentes y ayudo a resolverlos; es también la finca donde ya he sembrado flores. Mi patria es donde camino de un lugar a otro, acarreando trastes, libros o zapatos; es donde paseo de la mano a un hombre chiquito llamado Fernando, (mi nieto), que quién sabe si mañana cuando yo sea más grande, él me siga llevando de la mano y vaya conmigo caminando.
Mi patria real es donde vivo y saludo a los amigos de la cuadra, y de otras cuadras; es donde me mojo por la lluvia, tomo té, o chocolate, o me salto el río de sus calles. Mi querida patria es, seguramente, donde algún día murieron mis abuelos y mi padre; es esta porción de tierra de América Central que se ilumina desde siglos con la esplendencia del sol, los luceros y la luna; y tiembla de verdad con los temblores que ocasionan las placas de cocos y del caribe; mi patria es esta tierra que hizo Dios para nosotros, y para ustedes forasteros.
Mi patria es, la cama donde sueño cosas de adultos, mayores y pequeños, también temas hermosos que fortalecen mis ganas de vivir; es el lugarcito donde abrazo la pasión por el fútbol y levanto entre quimeras la bandera azul y blanco de la libertad.
Esta patria mía, es donde sonrío cuando me hala los cabellos mi Daniela, Danielita, -mi nieta-; esta mi patria, gracias a Dios quiere y tiene en su suelo a Sacerdotes, Panaderos y Soldados; gracias a Dios quiere y tiene en su suelo a Doctores, Maestros y Poetas, pero no tiene ni quiere en su suelo la guerra.
Mi patria linda tiene un congreso, circos, cachivaches y camionetas, tiene un himno y dos mares con ruido sonoro; mi patria guapa es de indios, ladinos y extranjeros; es patria, la banca de cemento del parque municipal y su glorieta, donde veo algunas veces los actos de alguna entidad.
Es mi cara patria, lava de volcanes, confite de cañaverales, barro de comales y derrumbes, es Montaña del Mico, Sierra de los Cuchumatanes y Laguna del Tigre; tiene mártires, sapos y culebras, héroes y pendencieros.
La patria que yo digo es copa de champán, vaso de cusha, rueda de caballitos, poporopos y elotes cocidos; la patria que amo, expresa su sentir en el hormigo de la marimba, cuando canta Luna de Xelajú, La Sanjuanerita y El Rey Quiché.
Ah, como quiero a esta patria chula de Tecún, de Asturias y Pepe Milla, del Sombrerón y El Cadejo; mi Guatemala es, exportadora de oro, café, banano y petróleo; pero es tercermundista y miserable porque así quieren algunos.
Guate fue mi cuna, es mi campo donde lloro y canto, y será después…Mi camposanto.
Datos personales
- Carlos Barranco R.
- Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala
- Nací en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala, el 3 de enero de 1940 o sea que actualmente tengo la friolera de 76 años. Estudie la carrera magisterial, un poco de Periodismo y fui pre-graduado en Diplomacia ya que sólo me faltó para graduarme, el examen de idiomas, al que nunca me sometí. Ni modo. Hasta la llegada a la municipalidad luciana, del alcalde "amigo de todos, pero no de los intelectuales" me desempeñé como Coordinador Municipal de Cultura y en el área de comunicación social de mi pueblo, en lo relativo a redacción (porque como muchos saben, a causa de un cáncer de laringe, estoy privado del don del habla desde el año 2000). Pero también sigo escribiendo poesía, cuento y -desde agosto del año 2015 ya no sigo editando mi propio medio de comunicación, la Revista COTZUMALGUAPA, a la que le pusimos el apodo de "LA REVISTA DIFERENTE"-. Por lo demás, sigo pensando, escribiendo y actuando con definida inclinación de izquierda.
1 comentario:
Que bello es saber que en mi patria hay personas que se atreven a expresar con tan sencillas y humildes palabras el sentir, el pesar y el disfrutar de este bendito lugar. ¡Felicitaciones a su autor!
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