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Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala
Nací en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, Guatemala, el 3 de enero de 1940 o sea que actualmente tengo la friolera de 76 años. Estudie la carrera magisterial, un poco de Periodismo y fui pre-graduado en Diplomacia ya que sólo me faltó para graduarme, el examen de idiomas, al que nunca me sometí. Ni modo. Hasta la llegada a la municipalidad luciana, del alcalde "amigo de todos, pero no de los intelectuales" me desempeñé como Coordinador Municipal de Cultura y en el área de comunicación social de mi pueblo, en lo relativo a redacción (porque como muchos saben, a causa de un cáncer de laringe, estoy privado del don del habla desde el año 2000). Pero también sigo escribiendo poesía, cuento y -desde agosto del año 2015 ya no sigo editando mi propio medio de comunicación, la Revista COTZUMALGUAPA, a la que le pusimos el apodo de "LA REVISTA DIFERENTE"-. Por lo demás, sigo pensando, escribiendo y actuando con definida inclinación de izquierda.

jueves, 22 de diciembre de 2011

CARTAS ABIERTAS AL PRESIDENTE ELECTO

(PUBLICADAS EN LA REVISTA COTZUMALGUAPA de noviembre 2011)

JAIME CASTELLANOS

Sé, que es bien difícil, que usted Señor Presidente, algún día por casualidad lea el contenido de esta carta, pero no niego que llevo conmigo una leve esperanza que alguno de sus tantos colaboradores de pronto la conozcan, y que según su conciencia se animen a comentarle algo al respecto; desde esa perspectiva le escribo lo siguiente:

Ha triunfado usted en las pasadas elecciones, cuenta con el favor de la mayoría de guatemaltecos porque ganó legalmente, y en este momento en el que usted está organizando aún su sistema de trabajo, ya el sentimiento de los compatriotas principia a gastarse sus primeras expectativas.

Precisamente por eso, deseo solicitarle que trate en lo más que le sea posible, de no defraudar el clamor del pueblo de vivir con una objetiva y transparente democracia, donde la gente tenga primero la certeza de que hay un Presidente activo, que con su voluntad y esfuerzo tratará de conducir este hermoso barco que se llama Guatemala hacia un puerto seguro. A veces, en una empresa difícil, es preferible dejar en un segundo plano la ciencia, es mejor aplicar con escuela una lógica consecuente o el más refinado sentido común basados en el conocimiento, la experiencia y la sabiduría; con esas tres disposiciones se le hará un poco más fácil desarrollar una siquiera aceptable labor gubernamental.

En mi opinión, creo que usted debe saber de manera puntual que al revestirse con la banda presidencial adquirió ante Dios, los hombres y la ley, la enorme responsabilidad de no difuminar en un abrir y cerrar de ojos el evidente anhelo de 14 millones de chapines que desean vivir con salud, educación, trabajo, paz y libertad; es muy importante dar una solvente imagen ante una sociedad cansada de ineptos, porque la ciudadanía honrada que son la mayoría, ya se encuentra extenuada de corrupción, artimañas y vandalismos; y se vuelve delicado capitular sus sueños. Usted como Presidente, tiene la monumental obligación de dirigir los proyectos de nación con energía y valor, de saber observar con astucia y perspicacia, para darse cuenta si al entorno de la presidencia no se infiltraron lagartos o si entre su gente hay algunos con mentalidad podrida; si así fuera, yo como guatemalteco le exhorto a que no tenga miedo y desbarate de un plumazo la cueva donde se puedan esconder buitres, cuervos y alacranes.

Estoy redactando esta misiva como un padre de familia que tiene el derecho inalienable de exponer abiertamente sus ideas, y el deber absoluto de ser parte de un engranaje que mueva con eficacia la solidaridad y el trabajo. Viera Señor Presidente, que sería maravilloso para la sociedad guatemalteca y un valiosísimo honor para usted y su familia, si al final de sus cuatro años de gobierno usted en su retiro es despedido con una ovación; será eso un indicador que su trabajo fue muy bueno.

Luche por eso, que yo también quiero tener ese día la oportunidad de aplaudirlo. Quien sabe si a la vuelta de unos pocos años, la historia política de Guatemala nos demuestre que fue usted uno de los mejores presidentes de la Tierra del Quetzal.


CARLOS BARRANCO R.

Lo primero que aprendí cuando empecé a meterme a “periodista” va de acuerdo con la frase que aparece en nuestra portada: “nadie debe decir como periodista lo que no pueda repetir como varón” O sea: hay que ser congruente entre lo que se escribe y lo que se es… pues bien, mire “mi General”:

Yo nunca he sido admirador de personajes del ejercito (aunque siempre he admirado a algunos militares, como por ejemplo, Arbenz, Velazco Alvarado, Omar Torrijos, Lázaro Cárdenas y De Gaulle para no hacer tan grande la lista). Sin embargo, siendo usted en el momento actual, la persona que la mayoría de mis compatriotas eligió para dirigir los destinos de nuestra nación durante los próximos cuatro años, yo quiero, con toda la buena vibra de que soy capaz, poner en usted toda mi esperanza de que logrará rescatar esta maltrecha Guatemala que nos dejó el señor colom, (a quien debiera yo admirar porque en los años de mi ya lejana juventud fui activista del Partido Socialista Democrático que dirigía el recordado Alberto Fuentes Mohr, papá del ex ministro Fuentes Knigth) porque creo que nuestra democracia incipiente, no resistiría ni siquiera un año mas de tan nefasta forma de gobernar.

Debo recordarle que los guatebolenses tenemos una expectativa de vida de 71.2 años pero tenemos una población con una escolaridad promedio de 4.1% (debajo de los años escolares promedio de Salvador, Honduras y Nicaragua… y eso ya está cañón…) la mitad de nuestra población está sumida en la pobreza y más de dos millones viven en extrema pobreza.

Yo sé que usted no tiene ninguna varita mágica. Y sé también que el gobierno no produce riqueza, solo la administra. Los que producen riqueza son los empresarios. Los empleos que genera la administración pública se pagan con nuestros impuestos no con riqueza creada por ellos mismos en sus labores. Así que el meollo de una buena gestión suya pasará a ph por la BUENA ADMINISTRACIÓN DE LA RIQUEZA en general, mi General.

Una buena forma de apuntalar nuestra economía nacional creo que seria ir metiendo en cintura a los que no contribuyen con sus impuestos (una gran mayoría de los de la economía informal pues…) por ejemplo: yo nunca he visto a un taxista, a un vendedor de babosadas piratas, a un cholojero, a un tendero de esquina, dar la correspondiente factura… la SAT es una vil Carabina de Ambrosio que exige a los del régimen simplificado del 5% a que lleven esos libros de compras y ventas que todos sabemos que son una vil tomadura de pelo porque nadie anota los datos reales de sus operaciones… ¿hará falta ser un genio para implementar una cuota fija para TODOS los pequeños comerciantes de acuerdo con el giro y la categoría de sus respectivos negocios? ¿Por qué no le apunta por allí, General, para mejorar los ingresos? Yo no soy economista, pero como hace años dijo don Clemente Marroquín Rojas… tampoco sé hacer naranjas, pero sé cuáles son dulces y cuáles son agrias…

Esto fue lo primero que se me vino a la mente cuando nuestra dirección editorial acordó enviarle una carta abierta en esta edición de la Revista diferente. (aunque sé que usted no leerá mi opinión, tal vez de puro refilón alguien “por ai” le comente lo que un aprendiz de periodista provinciano, que por cierto nunca ha querido afiliarse a ninguna de las prestigiosas “Asociaciones de Periodistas”, le quiso decir a pocos días de su triunfo electoral…) He dicho.

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