Carlos Barranco R. (Parte de la columna "A vuelo de pájaro" de la Revista que NO SE VENDE.
Nunca he negado la cruz de mi parroquia. Siempre me he identificado como aficionado del Municipal (Por eso hasta las letras de este artículo son rojas). Y de hueso colorado. Pero debo decir en mi descargo, que jamás me he considerado fanático de dicho equipo. Ni de ningún otro. Eso me concede el derecho de expresar con toda propiedad que aunque sigo siendo fiel a esa institución, actualmente estoy absolutamente decepcionado con los magros resultados que hasta la fecha ha ofrecido la plantilla actual. Y no me refiero nada mas a los jugadores –que, dicho sea de paso conforman la peor de que tengo memoria- sino a todos los que alguna vela tienen en ese entierro: directivos, cuerpo técnico, preparadores físicos y no incluyo aquí a los utileros, personal médico y a las secretarias y porristas, porque creo que ellos y ellas no tienen ninguna culpa en el desastre que es el conjunto denominado "mimado de la afición". No sé qué diablos van a hacer los dirigentes rojos para revertir esta situación. Evidentemente ya en la actual campaña poco será lo que el equipo logre rescatar. Con que no se tengan que ver las caras con la U, con Petapa y Escuintleca para dirimir lo del descenso, creo que se deberían de dar por bien servidos. Así que, entonces, lo mejor que pueden hacer es sentarse a analizar con cabeza fría la limpieza y remoción total que deben hacer con todos aquellos elementos que no han rendido lo que de ellos se esperaba. Empezando por varios "troncos" extranjeros y otros tantos nacionales que ya hace rato debieran haberlos jubilado.
Y ya que empezamos hablando de futbol, permítanme hacer un breve comentario respecto de una nota que publicamos en el número anterior, donde desde el título dijimos que era una propuesta mafufa, o fea que reconocíamos que era algo "medio zafado". Relacionado con nuestra idea de que al mejor jugador de futbol de la actualidad, se le debiera sancionar por el dopaje a que fue sometido en su adolescencia para desarrollar su sistema óseo. (Para ayudarlo a crecer… sin lo cual difícilmente habrían destacado sus innegables cualidades técnicas) Pues bien: lo que nos llamó la atención fue que varios amigos, al leer esa nota irreverente, echaron su cuarto a espadas y a través de las redes sociales, (twiter, faceboock, o en nuestro blog) opinaron casi automáticamente sobre el caso. Trabajo que no se toman jamás, cuando escribimos sobre aspectos IMPORTANTES de nuestra realidad social: Violencia, narcotráfico, pésima educación, necesidades insatisfechas, incapacidad de nuestros gobernantes, impunidad etc… No cabe duda: nos encanta el pan y el circo.
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